La fecha límite era el 15 de noviembre, a casi una semana después el Presupuesto de Egresos 2020 sigue sin aprobarse, poniendo a prueba el liderazgo de Morena.
Por segunda vez consecutiva en al menos una semana, la Cámara de Diputados retrasó la fecha de votación del Presupuesto de Egresos 2020, dejando sin aprobación el ejercicio de gasto público para el segundo año de administración del gobierno de López Obrador, en medio de protestas por organizaciones campesinas que podrían poner en tela de juicio la capacidad del oficialista Morena para gobernar.
La solución fue mover el Pleno a Santa Fe. Desde 2004 la votación del Presupuesto de Egresos de la Federación no había incumplido con el plazo constitucional del 15 de noviembre, fecha propuesta para prevenir que el debate sobre la aprobación del gasto se extendiera hasta inicios del año a ejercer.
Con la mayoría en el Congreso, Morena decidió cambiar de sede para sesionar. “ya vamos a sesionar hoy y vamos a aprobar el presupuesto”, dijo el presidente de la Junta de Coordinación Política, Mario Delgado.
También te puede interesar: Presupuesto de Egresos “la tajada” en discordia
Los diputados fueron citados a las 8:00 de la mañana en Paseo de la Reforma para ser trasladados a Expo Santa Fe, siendo la bancada del PAN la gran ausente.
A Morena, por su mayoría, sólo le hace falta el apoyo de la bancada priista, Movimiento Ciudadano y del PRD para sesionar con éxito.
“Son muy pragmáticos, pero tenemos la votación suficiente para sacar adelante el dictamen”, pues aclaró que van en bloque las bancadas de Morena, PT, PVEM y PES, con los que esperan contar con unos 300 votos.
Poco antes de las 11:00 horas un convoy de 20 autobuses y camionetas comenzó a avanzar hacia la sede alterna de los legisladores, escoltado por decenas de vehículos y motociclistas de Seguridad Pública que les abrieron el paso.
Parece que al final, la votación del Presupuesto de Egresos 2020 no será tan “misión imposible” y el documento podría ser aprobado el 21 de noviembre.
El mensaje político del retraso
“Esto enfatiza dos cosas: que el Gobierno no funciona efectivamente, incluso cuando tiene un sólido liderazgo y una clara mayoría, y lo más importante, los retos de financiar los proyectos ‘estrella’ de López Obrador y mantener un presupuesto balanceado que no genere descontentos”, opinó Daniel Kerner, analista político de la consultora Eurasia Group.
Las organizaciones campesinas están demandando más recursos al mismo tiempo que el Gobierno batalla para controlar el gasto público sin sacrificar los programas para el bienestar o la ayuda económica a la endeudada Petróleos Mexicanos.
La administración de López Obrador propuso un superávit primario, que excluye los pagos de intereses de la deuda, equivalentes a 0.7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), en comparación con el 1 por ciento esperado para 2019. Ese es el nivel que el Gobierno indica que es necesario para evitar un aumento en la deuda de la nación.
El incumplimiento de la fecha límite para la aprobación del presupuesto envía “una señal negativa”, enfatizó Revilla de Citi.
“No es tanto que haya preocupaciones sobre el contenido del presupuesto, sino que algunas disposiciones legales ya no parecen tan vinculantes. Un marco institucional más débil perjudica la confianza y el crecimiento económico a largo plazo”, advirtió.