En tiempos recientes, la calidad del trazo en el toreo de Octavio García, “El Payo”, ha venido manifestándose en asentamiento, ritmo, buen gusto e inspiración.
En la temporada pasada en La México, no le fue posible deleitarnos con ese concepto y se fue casi inaudito en sus comparecencias.
El 8 de diciembre de 2019, en su debut en la temporada que transcurre en La México, pudimos reafirmar que Octavio torea con gran inspiración manejando el capote y la muleta, pues en su primer toro de Xajay, conté siete verónicas y dos medias, caminando de las tablas al tercio que fueron un compendio de temple y lentitud algo pasmosas.
En su quite, logró dos verónicas más y una media deletreando el toreo con “Planeador”, toro que, junto con el segundo de la tarde, “Conquistador” –que le correspondió a Sebastián Castella–, resultaron ser los mejores astados de la corrida queretana. Y el público se embelesó con lo ejecutado por el torero queretano en el ruedo de La México.
Posteriormente con la muleta, fueron surgiendo con gran ritmo muletazos con la mano derecha y, particularmente con la mano izquierda, los muletazos fueron lentos y deletreados, ejecutados con un sabor añejo y parsimonia, creando imágenes que se quedarán en la mente impregnados por el aroma de la buena embestida del toro de Xajay y del trazo inolvidable del torero. Fue una pena que la suerte suprema no fuera el remate digno a lo que habíamos presenciado en el ruedo capitalino.
Queda la impresión de que estamos ante un torero que, 11 años después de su alternativa en Pachuca, transita en el camino del toreo artístico como lo hace su padrino de alternativa, Morante de la Puebla, quien lo ungió en Pachuca matador de toros, con el testimonio de quien el domingo fue su compañero de cartel, Sebastián Castella, junto con el recién retirado Ignacio Garibay.
Sebastián y Paco Ureña, particularmente el primero en su primer toro, “Planeador” tuvo momentos en el que disfrutamos de buen toreo, merced a la acometividad del toro que fue premiado con arrastre lento y que bien le permitió al francés lucir su asentada tauromaquia.
Paco se pegó a lo que coloquialmente se conoce como un arrimón, dejando constancia de su pundonor y de su inquebrantable actitud por trascender como ya lo ha logrado en Europa.
André Lagravére, mejor conocido como “El Galo”, junto con el astado de nombre “Capitán”, confirmó su alternativa recién recibida en Mérida, y luego con “Compañero” logró momentos importantes, que le valieron para una petición no atendida por el juez de plaza para el otorgamiento de una oreja, que el público premió con vuelta al ruedo y que seguramente le servirá como aliciente para encarar su carrera como matador de toros, la cual apenas comienza.
Dicho festejo interesante que vivimos en La México, nos deja la ilusión puesta para el jueves próximo –fecha en la que reaparece la ganadería de Begoña después de muchos años de no venir a lidiar sus toros–, con tres toreros jóvenes que buscan denodadamente seguir escalando en tan difícil carrera, liderados por el peruano Roca Rey, el torero más taquillero de la época, Sergio Flores, triunfador de varias temporadas recientes, y Luis David, a quien en Bilbao escamotearon merecida salida en hombros.
El 12 de diciembre de 2019, corrida guadalupana en la que lucirá sus mejores galas nuestra querida plaza capitalina en un festejo a las 4:30 p.m., y que poco a poco se convierte en fecha emblemática del calendario taurino. Por ahí nos vemos, no se la pierda.
