El primer choque entre la más reciente caravana migrante, proveniente de centroamérica, y autoridades mexicanas tuvo lugar el pasado fin de semana.
El gobierno mexicano, liderado por Andrés Manuel López Obrador, advirtió que no volveria a permitir el ingreso masivo de personas sin documentos de identidad desde su frontera sur esto después de que a finales del 2018 más de mil personas una de las denominadas caravana migrante logró cruzar la nación cuya frontera norte colinda con Estados Unidos, destino final de la centroamericanos.
Dicha medida se puso a prueba el pasado fin de semana cuando un contingente de cientos de personas intentaron cruzar desde Tecún Umán, Guatemala, a Ciudad Hidalgo, Chiapas, pero debido a la intervención de la Guardia Nacional no consiguieron su objetivo.
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Por su parte el gobierno de Guatemala informó el pasado 15 de enero que al menos 4 mil personas ingresaron a su territorio desde Honduras, lo que representa una de las mayores oleadas desde que tres gobiernos centroamericanos firmaron acuerdos con Washington obligándolos a asumir una mayor responsabilidad en el trato con los migrantes.
El gobierno mexicano ha ofrecido trabajo a los migrantes de la caravana, que salió originalmente de la ciudad hondureña de San Pedro Sula, pero a aquellos que lo rechacen no se les otorgará salvoconductos para llegar a la frontera con Estados Unidos.
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha amenazado con dañar económicamente a México y a los países de América Central si permiten que grandes cantidades de migrantes lleguen a la frontera de Estados Unidos.
Con información de Reuters
