Estimados lectores, hoy me gustaría compartir con ustedes mi experiencia durante el confinamiento. Se que sonará muy trillado, demasiado explotado, pero este periodo en el que cambió por completo mi ritmo de vida y la de todos, de la convivencia, de no poder hacer lo que mi trabajo me pide llevar a cabo, la continuidad diaria con clientes, compañeros de trabajo, visitas, de estar en la calle, peleando con el tráfico, etc., lo que más me ha impactado sobre todo, son las noticias a nivel mundial de todos los decesos ocurridos por este nuevo virus.
Me remontaron a los varios seminarios, libros y películas que he tenido la oportunidad de ver y leer para darme cuenta de que quienes pese a la edad, se nos sigue dando la oportunidad de continuar en este mundo para tomar conciencia de que la vida es prestada, que nos la pasamos anhelando, deseando, cosas materiales, algunas costosas, otras no, pero hacemos a un lado lo más importante que es disfrutar plenamente cada momento, cada instante, ya que no sabemos si serán los últimos.
Me confieso un apasionado del vino, principalmente del tinto –algunos dirán, ¿existe otro?, yo respeto a todos–, sé bien que les debe de haber pasado a los que comparten este gusto, que guardan y guardan una botella para un festejo especial, ¿qué pasa?, que probablemente “nunca” consideramos ese día especial y la guardamos y guardamos, y cuando la descubrimos y la abrimos, nos damos cuenta de que por desgracia, ya pasó su mejor momento para ser bebido y termina formando parte de las botellas que tenemos en la cocina para utilizarlas en la elaboración de algún platillo; qué pena, ni para ti, ni para nadie. Moraleja: no hay mejor momento para beber un buen vino que el hoy, el ahora, cuando estás vivo, que lo puedes disfrutar ya sea con tu pareja, amigos, parientes, etcétera.
Otra de las sugerencias que te hicieron hacer más llevadera esta época, fue escuchar música –y que es otro tema–. Al volver a escuchar a los artistas que te gustaban en tus años noveles, recuerdas las letras de las canciones, muchas muy “bobas” para esta generación, pero que te transportaron a otra circunstancia de tu vida, algunos recuerdos gratos, otros no tanto. Definitivamente en algunos siempre se presentó el recuerdo de alguna novia, amiga, alguien a quien quisiste mucho y por qué no, te hirió. Vuelves a sentir ese ligero pinchazo y te preguntas… ¿qué será de fulana, sutana, etc.?, pero también de tus amigos de ese tiempo, de cuando salías a jugar a la calle sin temor, te divertías con cosas simples, canicas, trompo, balero, pelotas hechas de trapo, o que alguno de los amigos con mejor posición, sacara la pelota o balón para echar la típica “cascarita”. Y ¿qué me dicen del hula-hula?, todo un atractivo para nosotros ver a las amigas dominarlo, ¿cierto?
Últimamente este tema está muy de moda en las redes sociales, ya que te dicen que si naciste en tal fecha, te puedes considerar afortunado de la época que viviste, nada que ver con la actual, no existían los celulares, las computadoras, el internet, los videojuegos, las tabletas, etc., te asombraría que los discos eran de acetato, esperando ansiosamente que tu artista o grupo predilecto sacara el nuevo disco y te la pasabas ahorrando para comprarlo de inmediato y, por qué no, presumirlo ante los amigos, “ya lo tengo”, “vengan a casa a escucharlo”. Toda comunicación con los amigos, parientes, fuera de tu país, sólo se podía hacer vía carta o telegrama, pero este último caro y sólo se utilizaba para emergencias.
Una época en donde el respeto a los adultos mayores era total, la caballerosidad era plena, si te subías a un camión y estabas sentado, pero llegaba una señora o señor de edad, inmediatamente le cedías el asiento y, obviamente, no se diga si te tocaba la fortuna de alguna muchacha, no lo pensabas dos veces, te parabas y le dabas el lugar.
Era obligatorio si tenías auto, el abrirle la puerta a una dama, cederle el paso, el lado interno de la acera, ayudarla a cruzar la calle, en fin, detalles que hoy ya no importan y que cuando los haces, hasta molestan a la mujer. Me ha pasado que me digan que ellas pueden, que tienen manos, que los tiempos han cambiado.
En fin, pero cada día somos menos, muchos están partiendo y con ellos esas costumbres, y es cierto, esos detalles es muy raro que los veas, pero sobre todo que te los acepten, es una pena. La verdad fueron tiempos muy lindos, pero retomando el tema de las canciones, permítanme preguntarles, tengan la edad que tengan, ¿cuándo escuchan una canción que les gusta no se remontan a otro momento de su vida?, agradable o no, pero invariablemente sucede, ¿no es cierto?
En mi otra entrega mencioné que no se sabe el despertar del mundo después del COVID-19, es cierto, se especula mucho, que si esto, que si lo otro, pero sabemos que será diferente y nos tendremos que adaptar al cambio, sea cual sea, pero lo que me deja de positivo es que tenemos que vivir el hoy, disfrutar hoy, beber el mejor vino hoy, comer lo mejor hoy, disfrutar la vida hoy, es lo que tenemos, hay que gozarla. Hacer todo lo posible por ser feliz con lo que tengas, que puedas compartir y departir con tus allegados, dicen que las cosas buenas se disfrutan más si las compartes, en mi caso comparto completamente esa opinión y así trato de hacerlo.
Como se han dado cuenta por lo que han leído hasta este momento, soy un romántico total, sí, un antiguo empedernido, y no estoy totalmente de acuerdo con los que aseveran que todo tiempo pasado fue mejor, definitivamente no siento que sea de esa forma. Es cierto que teníamos mayor seguridad, los robos eran del típico carterista, claro que existían los más osados que robaban casas, pero lo hacían cuando no había nadie en las mismas.
Hoy en cambio, no puedes disfrutar del fruto de tu trabajo, llamar la atención con un auto, reloj, accesorio lujoso, ya que te expones a un secuestro, o simplemente, que te maten por quitarte esto. Realmente es una pena; pero también ha habido otros cambios positivos, ahora podemos disfrutar de muchas comodidades modernas, casas inteligentes, el promedio de vida ha crecido de forma importante, los avances tecnológicos en todas las áreas son admirables, hoy es común que tengas algún hijo fuera de tu país y puede ser que tengas mayor comunicación ahora que cuando vivía en casa contigo. Las videoconferencias, los chats, las videollamadas, etc., han hecho la diferencia en la manera de comunicarnos, por eso digo que sí, efectivamente es muy diferente a lo que viviste, pero también tiene sus ventajas y debes de disfrutarlas, sacarles el mayor de los provechos y tratar de “vivir”, sólo eso, vivir lo mejor posible hasta que llegue tu momento.
Pero como siempre, la última palabra la tienen ustedes.
Si gustan, nos seguimos leyendo.
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Hola Nacho, tienes toda la razón, tenemos que vivir el aquí y el ahora.
Me gustan mucho tus artículos.
Muchas gracias por compartir y hacernos reflexionar .
Un gran abrazo
Excelente artículo que nos invita a la reflexión “simple” de disfrutar realmente la vida desde que amanece sin importar como despierta uno, solo disfrutarlo, en mi caso como el de algunos mas tal vez, disfruto mucho a mi perro pues no puedo convivir con mis hijos por el tema de la contingencia (mas que por vídeo conferencia) y ver a mi perrihijo despertar en la esquina de la cama cuidándome vaya que desde ahí disfruto mi día, con ese pequeño detalle y muchos otros que Dios me bendice día a día. Felicidades Arqui!