El rojo, uno de los colores primarios, posee características que son especialmente atractivas a la percepción del ojo humano. Es un color intenso que a lo largo de la historia ha representado diferentes situaciones, condiciones y emociones en las diversas culturas.
La gama de rojos va desde algunos tonos de anaranjado hasta el color vino profundo y su uso data de la prehistoria. Junto con el negro, ocre y amarillo, el rojo fue uno de los primeros colores utilizados por los artistas creadores de las pinturas rupestres. Ellos hacían representaciones abstractas de la realidad trazando murales en las paredes de las cuevas y dando muestra de la complejidad de la capacidad intelectual de los seres humanos que habitaban entonces la faz de la tierra. El arte que realizaban no sólo servía para representar sus vivencias en la cacería o en sus ritos, también deja registro de la inteligencia aplicada al realizar sus propios pigmentos a partir de carbón digital, minerales y diferentes tipos de fluidos. El tono de rojo en estos casos es el ocre rojo y se tiene registro de su uso desde el año 15,000 y 16,500 a.C. como uno de los ejemplos más antiguos en la historia de la humanidad.
Los diferentes matices de rojo, desde el color mamey, el carmesí o el rojo Ferrari, han sido representativos de diferentes situaciones o condiciones, por ejemplo, en muchos países asiáticos, este color se asocia a la alegría y la buena suerte de forma tal que las novias utilizan prendas rojas integrando el ajuar nupcial ya que además representa fertilidad y fortuna. ¿Qué mejores deseos se puede tener hacia una mujer que está contrayendo matrimonio? Quizá hoy en día, la opción de la fertilidad esté sujeta a nuevas creencias e intereses de las propias mujeres o de las parejas y ya no estamos pensando en aquellas grandes familias de 10 o 12 hijos. En ocasiones ni siquiera se está considerando tener descendencia, sin embargo, estos cambios se fueron dando a lo largo de los siglos y la realidad actual dista mucho de aquella en que la fertilidad era una característica determinante de las mujeres de entonces, pero bueno, volviendo a Asia, en la China antigua el rojo aparece en cerámica negra y roja que data del período entre el 5,000 al 3,000 a.C.
Mientras tanto en Egipto, donde se encontraron rastros de ocre rojo en la tumba del rey Tutankamón, se halla también el uso del mismo color para dar un tono agradable a los labios y mejillas de las mujeres y en las grandes fiestas se pintaban el cuerpo con este pigmento en celebración de la vida, la salud y la victoria.
Así llegamos a otro de los minerales que son base para la extracción del rojo en sus diferentes tonalidades. En este caso es el cinabrio que proporciona matices de rojo que van desde el escarlata brillante hasta el ladrillo profundo. La sustancia de la que se desprende es un sulfuro de mercurio de muy alta toxicidad y fue de los preferidos de los antiguos romanos. En los murales de Pompeya se han encontrado rastros de este producto y era más caro que el azul egipcio y el ocre rojo africano. Se sabe que desde el siglo XII el cinabrio se utilizó también en las lacas talladas chinas.
El origen del cinabrio en estas épocas era un extracto de minas en Almadén, España y que los trabajadores que lo extraían eran prisioneros que trabajaban en un ambiente sumamente tóxico por las características de este sulfuro de mercurio.
Ahora, si seguimos el camino rojo de la historia, en Europa el color se relacionó con la aristocracia y el clero. Dado que se le asociaba a la sangre de Cristo, la iglesia católica tomó el color rojo como distintivo para el vestuario de la alta jerarquía eclesiástica. De hecho, el título de cardenal proviene del color que estos clérigos utilizaban tradicionalmente.
Más adelante, en el desarrollo de la paleta de los rojos se generó el bermellón, que llevado de China a Europa fue un color ampliamente utilizado por los pintores del Renacimiento. En particular capas de hermoso bermellón con su tonalidad naranja rojiza destaca en las pinturas de Tiziano. Sin embargo, este pigmento tenía un problema, a lo largo del tiempo modificaba su tonalidad y acababa convirtiéndose en un marrón púrpura obscuro.
Dado que su procedencia es el cadmio, el bermellón tenía, igual que el cinabrio, un elevado grado de toxicidad además de un elevado costo. En este contexto se empezó a buscar la forma de desarrollarlo a partir de otras sustancias y los chinos lo lograron haciendo el rojo cadmio conocido también como “rojo chino”. Este tono de rojo siguió siendo el más popular durante el siglo XX y su significado se asocia a la vida y la buena fortuna, así que en China se utilizaba para pintar los templos y el carruaje del emperador.
Durante la Edad Media este bermellón sintético era sumamente caro, por lo tanto, sólo se utilizaba para destacar detalles en los manuscritos ilustrados. En caso de tener que poner letras rojas en el texto, se utilizaba el plomo rojo que era sustancialmente más barato.
Seguiré contándoles la historia del rojo en la evolución de la comunicación y la moda en la siguiente entrega. Por ahora te dejo con la solicitud de que por favor reflexiones sobre las siguientes cuestiones: ¿Para ti qué representa el color rojo? ¿Con cuántas situaciones, objetos y mensajes lo puedes asociar? ¿Qué emociones te genera? Piensa en rojo…
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