Hace sólo unos días se dio la noticia que la Feria del Libro de Madrid se suspendía –habitualmente se lleva a cabo durante el verano–, la habían pospuesto para octubre pero para este 2020 ya fue definitivamente suspendida. La feria de Madrid es una de las cosas más agradables que existen para los lectores, para los amantes de los libros; se desarrolla en el Parque del Retiro en donde se colocan unas “casetas”, nosotros los llamaríamos puestos provisionales; que son ocupadas por editoriales, distribuidoras y librerías. La asistencia por lo regular es muy numerosa y la participación editorial muy amplia, resulta todo un acontecimiento cultural. Los motivos para asistir son muy diversos, desde luego las editoriales acuden para promover sus libros, hacer lanzamientos de nuevas obras, intentar acercar a sus autores con los lectores para intentar vender más libros.
Todos debemos comprender que si no se venden y compran libros, las editoriales no podrían editar libros, los autores no tendrían dónde publicar su obra y nosotros qué leer. Los motivos para que asistan los lectores son diversos, a algunos les gusta asistir a que los autores firmen los libros que compran –en Madrid esto es particularmente notable–, otros acuden a conocer obras nuevas, unos más a escuchar las muchas presentaciones de libros que se llevan a cabo, o bien, las conferencias que los autores dictan, pero quizá lo que más destaca es la convivencia que se suscita entre todos los actores de la literatura: los autores, los lectores, los productores y distribuidores de libros. Esta convivencia cercana es lo que obliga a suspender la feria, por los motivos sanitarios que la epidemia de la Covid-19 nos impone.
No sabemos qué pasará con la FIL de Guadalajara que se había venido convirtiendo en el fenómeno más importante del mundo, cuando menos en español. Además de muchas de las características de todas las ferias –algunas ya las comentamos–, la FIL tiene algunas características particulares, convoca a una gran cantidad de público, a mí me llama la atención que cotidianamente asisten una gran cantidad de estudiantes, lo que brinda un ambiente muy particular, la juventud se puede contagiar, pero es un esfuerzo loable, algunos de los jóvenes que asisten pueden ser “mordidos” por el deseo de acercarse a los libros.
Otra característica es que existe anualmente un país invitado, lo que nos permite acercarnos a la obra literaria de una nación, que en ocasiones no conocemos adecuadamente. Además, se otorga un premio de la feria, al inicio se llamó “Juan Rulfo”, que además se otorga no sólo a autores que escriben en español, sino que se amplió a los que lo hacen en otras lenguas romances. La presentación de libros es amplísima y con frecuencia de obras muy importantes; dada la relevancia de las empresas editoriales que participan y del propio prestigio de la feria asisten cada año escritores muy importantes, por lo que se consigue realizar conferencias, coloquios muy importantes. Para la feria se adaptaba, muy adecuadamente, un gran espacio cerrado en el que se mostraba todo de manera muy adecuada, logrando una gran convivencia; estos espacios cerrados que eran una gran virtud, ahora se convierten en graves inconvenientes para la realización de la feria.
La gran Feria de Fráncfort, es singular, consiste en un acercamiento entre los productores y distribuidores de libros, con poca asistencia de autores y lectores –debido a ello quizá se pueda llevar a cabo–.
La Feria del Libro del Palacio de Minería se está convocando para febrero de 2021, ojalá se realice.
La Feria del Libro de Ciencias de la Salud, cumple dos objetivos, una, por supuesto, la presentación y promoción de libros, pero también sirve de escenario para la recepción de alumnos de primer ingreso a la Facultad de Medicina, a las diferentes licenciaturas que se desarrollan. Esto último me parece particularmente destacado, se realizan conferencias, dictadas por destacados profesores, que además de ser de bienvenida les muestran aspectos destacados de la profesión a la que están a punto de llegar, con la particularidad de que también existen pláticas, actividades, para los padres de familia. De las antiguas novatadas a una recepción cuidada, afectuosa y con un amplio contenido docente, existe una diferencia abismal, la idea de obsequiar a cada alumno de nuevo ingreso una sudadera con los escudos de la Facultad me parece extraordinaria, es una forma de lograr la pertenencia al grupo.
Pensábamos que como la Feria se lleva a cabo en el Antiguo Palacio de Medicina, un espacio cerrado, y en la que a través de actividades docentes, académicas y de promoción de libros se buscaba la convivencia amplia, la Feria no se podría desarrollar. Pero hace poco supimos que sí se organizará, no en agosto como venía sucediendo, sino en los primeros días de octubre. Se hará de manera virtual para que los alumnos y, en general el púbico que pretenda asistir, pueda interactuar a través de medios electrónicos. Todo esto tiene ventajas y retos. La ventaja es que se podrá asistir a la feria y todas sus actividades a la hora y desde el sitio que considere convenientes. El reto para los organizadores es muy grande, habrá de realizarse un trabajo, primero muy laborioso, las actividades son múltiples y diversas, se tendrá que hacer de manera ingeniosa un contenido que resulte atractivo para los asistentes y exitoso a los expositores. Es una feria particular porque además de acercar los libros a los alumnos, les acercan materiales que requerirán para su camino, estuches de disección, de diagnóstico, batas, estetoscopios, etc. Ojalá que resulte un éxito y que solamente sea este año que tengamos que hacerlo virtualmente.
También puede interesarte: ¿Será suficiente con la popularidad y el marketing?
El problema, doctor, es que si bien se hacían esfuerzos por acercar los libros a los jóvenes esas actividades eran escasas. En España, por ejemplo, la agrupación que reúne a las editoriales organiza más de 400 ferias. En México, según la Cámara de la Industria Editorial se organizan alrededor de 60 ferias, en un país que tiene más del doble de habitantes que España.
Las Ferias que usted menciona son importantes y se estima son visitadas por alrededor de 300 mil personas ¿en un país con más de 115 millones de habitantes? No es nada. Y, por si poco fuera, estas ferias no están en el panorama del actual gobierno. No olvidemos, también, que un pueblo que lee, es un pueblo que razona y cuestiona: los gobiernos son tontos, pero no escupen al techo.¿ Ferias? para que? No vaya a ser que piensen y reaccionen.
Me encanta leerlo Dr Ramiro, a pesar de que en el artículo se habla con nostalgia de las ferias del libro , la narrativa que usted tiene permitió que las. conociera a todas y viajará a todos esos lugares. Las ferias del libro son de los eventos que más duele no hacer por la crisis sanitaria que estamos viviendo . La organización de congresos , ferias y eventos sociales como reuniones familiares han encontrado en la virtualidad un nicho que los protege para seguir existiendo, habrá que ver si para las Feriad resulta una opción de supervivencia mientras termina la pandemia . Gracias Dr Ramiro.
Extraño ciertamente todo lo que significa la Feria y no me consuela tanto una feria virtual. El mérito es sólo evitar que muera
Un esfuerzo notable el que se hace para celebrar esta 5a Feria del Libro de Ciencias de la Salud. Para los médicos residentes de las diferentes especializaciones médicas será una oportunidad de “estar presentes”, por lo complicado que ha sido “salir” de los hospitales para estar físicamente en las ediciones pasadas.
Sin duda se agradece la oportunidad de la Feria, de esta Feria, de todas las Ferias.
En verdad una lástima, la FIL de Guadalajara, todo un evento internacional. No hay que ser pesimistas. Las cosas buenas regresarán. Claro que la realidad virtual a mi no me dice nada, pero es la edad. Creo que con ciertos cuidados se podrían hacer ferias más modestas al aire libre. Con menos stands y con barreras de protección. El zócalo? El campo Marte? La Alameda Central? A lo mejor estoy “disvariando”
Quisiera recomendar una magnífica novela: “quien como Dios” editorial planeta, de Eladia González. Narración hermosa de la vida y mentalidad del siglo XIX en México . Una joya. Ojalá la puedas conseguir con tus libreros . Saludos con
Un esfuerzo notable el que se hace para celebrar esta 5a Feria del Libro de Ciencias de la Salud. Para los médicos residentes de las diferentes especializaciones médicas será una oportunidad de “estar presentes”, por lo complicado que ha sido “salir” de los hospitales para estar físicamente en las ediciones pasadas.
Sin duda se agradece la oportunidad de la Feria, de esta Feria, de todas las Ferias.
Me parece muy acertado el tema de las Ferias del Libro, es un faceta más de cómo el COVID-19 altera la convivencia social, cultural, educativa y económica. Para quienes tenemos especial atracción para los libros, resulta triste
Las ferias de los libros en todos los países donde se han realizado, tienen los mismos objetivos editoriales, tanto para las casas que los editan, la de difundir y vender sus productos, como la de los lectores asistentes; la de encontrar joyas y novedades literarias de cualquier tema, como el estar cerca de los autores, escucharlos y obtener un autógrafo de su libro si es que lo compramos.
Yo soy de los lectores de ese tipo, me gusta ver, tocar y oler los libros; leer parte de su contenido y si en el resumen de la contraportada o el de la presentación-introducción me atrapa, lo obtengo independientemente del costo, el cual en México me parece justo para todas las obras que se venden.
Si por las condiciones de la pandemia por COVID-19, la feria del libro de Minería y de los libros de La Salud, se tienen que posponer y realizar en forma virtual, estoy conforme por la salud de los que somos visitantes asiduos, pero espero que el año próximo una vez vacunados, podamos ir y disfrutar de manera presencial, la maravilla de percibir con todos nuestros sentidos la presencia física de los libros y la expectativa de encontrar en su interior, los textos que buscamos y platicar de viva voz o por medio de sus escritos, con autores vivos o ausentes a través de sus obras.