En tiempos de pandemia por el COVID-19 y de conflictos sociales, en lo que la educación en México más que una prioridad es una urgencia, agradezco el espacio a El Semanario Sin Límites. Ésta es la primera de mis intervenciones en donde quiero mostrar cómo se vive el magisterio desde sus entrañas, desde esa fuerza y lucha que ha caracterizado a este gremio tan fuerte, y que se ha dado por sentado.
A pesar de las adversidades y las opiniones hechas muy a ligera, el sindicalismo magisterial está vivo y más vigente que nunca. La fuerza innovadora que beneficia al país no proviene de otro sitio que no sea la voluntad de los profesores, quienes están decididos a darle un giro de tuerca a sus prácticas cotidianas. Buscan, desde el arduo trabajo y compromiso, impactar de modo positivo en sus compañeros, en sus amigos, en sus familias, porque el sindicalismo no es un camino que se pueda desandar: es una forma de vida.
Ya no es necesario abrir una rendija para, como profesor, visibilizarse, ni estar a expensas de que otros, con intereses borrosos, decidan cuál es el bienestar. En el Sindicato de Trabajadores para la Educación (STE) con presencia en las 32 entidades federativas y en 2 mil 435 municipios del país, cada profesor es reconocido y valorado, entendido y respetado. Sin el esfuerzo del magisterio el futuro más valioso de México que es el conocimiento impartido hacia niñas y niños sería una labor inerte. Y eso lo sabemos en el STE y sabemos cómo socializarlo.
Es cierto que los nuevos tiempos han implicado nuevos retos para el magisterio, pues en muchos países la abolición del sindicalismo ha dejado desprotegidos a sectores enteros que no pueden dialogar más, en ámbitos seguros y de máximo respeto, con sus compañeros sobre cuáles son los temas que les atañen para beneficiar a su gremio y, por tanto, a la vida pública y cotidiana.
Por fortuna, México ha sido un país en el que el sindicalismo no ha desaparecido, pero sabemos que los tiempos exigen cambios. Desde 1943, la vida sindical magisterial surgió como una sola fuerza al reunir a los grupos que, en ese momento, lo que dio espacio a la creación del Sindicato Nacional de Trabajadores por la Educación (SNTE).
Para la SEP, diseñar un programa integral, como es Aprende en Casa 1, que concluyó con 70% de apego y Aprende en Casa 2, que llegó al 90%, no fue sencillo, puesto que sabemos de las dificultades e inequidades del país, en temas de internet e incluso de señales televisivas. Nuestra gente aún en esta catástrofe sabe de la importancia de la educación y al ser siempre resiliente se enfrenta sin temores a las nuevas formas de aprendizaje de sus hijos.
Ahora, el reto que enfrentamos como gremio es seguir actualizándonos para que el uso de las herramientas digitales no sea un impedimento para la enseñanza y justo como hablamos de una desventaja de la globalización también le reconocemos que, gracias a ella, en las zonas más favorecidas con internet, es posible interconectarnos, sobre todo en esta crisis de salud que ha golpeado al mundo entero y nos puso en riesgo de mantenernos aislados.
Por necesidad, en esta nueva realidad tenemos que estar a la par con las nuevas tecnologías para estar presentes y sumar.
El Maestro cuenta con capacitación y actualización que la SEP y sus espejos en cada estado se han ocupado de ponerlo al día, son muchos esfuerzos pero aún falta un porcentaje para que la cobertura sea total.
Gracias por su intervención Maestro Carlos, saludos.