Ellos se ríen de mí porque soy diferente.
Yo me río de ellos porque todos son igualitos.
Anónimo.
En el período enero-noviembre continuó el descenso de la Exportación Total de México, con una tasa de -11.25% debido a que la Exportación Petrolera lo hizo en -34-42% y, dentro de este rubro, la Exportación de Petróleo Crudo descendió -37.2% en tanto que la Otra Exportación Petrolera disminuyó -15.15%.
La Exportación No Petrolera también registró un decremento mismo que fue de 9.88%, pues la Exportación Manufacturera, el rubro más importante de nuestras ventas al exterior, descendió -10.96%.
Es importante señalar que, dentro de la Exportación No Petrolera, los únicos rubros que mantuvieron un comportamiento positivo fueron la Exportación Agropecuaria y la Extractiva, con tasas de crecimiento de 4.95% y 20.08%, respectivamente.
Por lo que se refiere a la Importación Total, ésta registró un decremento de 17.49% debido a que todos los rubros que la componen registraron símbolos negativos. Así, la Importación Petrolera descendió -35.23%, en tanto que la caída de la Importación No Petrolera fue de -15.44%.
En cuanto a la Importación de Consumo Final, registró un decremento de -27.94% porque la Importación de Consumo Petrolero descendió -39.29% y la de Consumo No Petrolero lo hizo en 23.46%.
En la Importación Intermedia Total, el descenso fue -13.63%, pues la Importación Intermedia Petrolera y la Importación No Petrolera lo hicieron en -32.91% y -14.02%. Finalmente, hay que mencionar que la Importación de Bienes de Capital se redujo en -17.98%.
Como consecuencia de la evolución de las variables de Exportación e Importación Total, en enero-noviembre de 2020, el saldo que en el año 2019 alcanzó un superávit de 2,275 millones USD, en el 2020 se incrementó a 28,214 millones USD.
Comentarios
La tendencia decreciente de nuestra exportación que, en el período marzo-agosto de 2020 fue muy marcada, tuvo un ligero respiro al final del año, pues en septiembre, octubre y noviembre, registró tasas positivas de 3.66%, 2.88% y 2.26%. Sin embargo, no alcanzó a compensar las pérdidas acumuladas de tal manera que la Exportación Total en los 11 primeros meses de 2020, tuvo una tasa negativa de -11.25%, equivalente a una exportación inferior de -47,468 millones USD en relación con el año 2019.
Conviene señalar que en este período, la Exportación Petrolera descendió -8,100 millones USD, en tanto que la Exportación No Petrolera, que es nuestro principal rubro de exportación, se redujo en -39,367 millones USD, ya que aun y cuando dos de sus componentes, la Exportación Agropecuaria y la Extractiva se incrementaron en 796 y 1,125 millones USD, el tercer componente, la Exportación Manufacturera, descendió en -41,289 millones USD; por lo que al final, la Exportación No Petrolera registró un decremento de -39,367 millones USD.
Por lo que se refiere a la Importación Total, en los primeros 11 meses de 2020 registró un decremento de -73,408 millones USD debido a que todos los rubros que la componen registraron una disminución, de tal manera que la Importación Petrolera se redujo en -15,342 millones USD, en tanto que la Importación No Petrolera lo hizo en -58,066 millones USD.
Por tipo de bien, la Importación de Consumo Final lo hizo en -15,694 millones USD, ya que sus dos componentes, la Importación de Consumo Petrolero descendió -6,246 millones USD, y la Importación de Consumo No Petrolero en -9,447 millones USD.
La Importación Intermedia Total, que es el rubro más importante de nuestras adquisiciones, lo hizo en -50,836 millones, y así la Importación Intermedia Petrolera disminuyó -9,096 millones USD y la Importación Intermedia No Petrolera cayó -41,740 millones USD.
Finalmente, la Importación de Bienes de Capital descendió -6,878 millones USD.
La evolución de los dos grandes rubros de nuestro comercio exterior determinó que, por segunda vez desde 1997, el saldo de nuestra balanza comercial haya sido superavitario, primero en 2019 con 2,275 millones USD y, en 2020, con 28,214 millones USD. No obstante, para el período 1993-2020, se acumuló un déficit total de -132,958 millones USD.
Conviene señalar que, en 2020, el Saldo Sin Exportación Petrolera, por primera vez desde el año de 1993 registró un superávit, mismo que alcanzó la cifra de 12,779 millones USD. Asimismo, hay que señalar que el Saldo Petrolero, que desde el año 1993 fue superavitario hasta el año 2014, a partir de 2015 se volvió deficitario con -8,395 millones USD, para alcanzar la cifra de -12,765 millones en 2020, y un superávit acumulado de 104,346 millones US para el período 1993-2020; aunque para el período de los seis años más recientes se generó un déficit de -90,362 millones USD.
Al mismo tiempo, el Saldo No Petrolero, que tradicionalmente fue deficitario, a partir de 2017 se convirtió en superavitario y, en los cuatro años más recientes, alcanzó la cifra de 75,047 millones USD. Sin embargo, en el periodo 1993-2020 se acumuló un déficit total de -237,315 millones USD.
Apuntes finales
La crisis generada por la pandemia en la economía mexicana, se ha reflejado de una manera muy drástica en nuestro comercio exterior, especialmente de marzo a agosto de 2020, en que las exportaciones presentaron importantes decrementos que totalizaron 22%, en relación con el mismo periodo de 2019, lo que en valor representó la pérdida de un total de -51,957 millones USD.
Por el lado de las importaciones, es conveniente señalar que, prácticamente, durante los 11 meses del 2020, todos los rubros registraron descensos con respecto al año 2019, con excepción del mes de enero y febrero para Bienes de Consumo Petrolero con tasas de crecimiento de 26.05% y 14.93%, mientras que la Importación Intermedia No Petrolera, sólo en el mes de noviembre tuvo un incremento de 1.2%.
Esto generó un descenso en la Importación Total de -73,408 millones USD, principalmente por la caída de la Importación Intermedia; es decir, una enorme reducción de los insumos que la industria mexicana importa para mantener a su planta productiva en operación a fin de fabricar bienes para abastecer al mercado doméstico y al de “exportación”.
Así, el saldo positivo se incrementó, no como consecuencia de un aumento de la exportación sino por un mayor decremento en la importación de bienes intermedios, motivo por el cual no podemos considerar muy saludable a este superávit.
Esta circunstancia nos habla de un descenso enorme en la actividad económica del país que sólo cuando se logre abatir a la pandemia, se vuelva a la normalidad y se aproveche la reestructuración que se está registrando en el comercio internacional, podrá retomar la senda del crecimiento.
Para ello, será necesario definir una estrategia que permita recuperarse del problema generado por la pandemia, pero, sobre todo, lograr un verdadero desarrollo económico del país; es decir, con una estrategia integral que incluya políticas públicas realistas en relación con la competitividad, el fomento industrial, el comercio exterior, así como en la promoción de las exportaciones y la inversión extranjera, ya que, lo repito, durante los 26 años más recientes, en estas actividades ha prevalecido la simulación y la improvisación, lo que ha impedido la creación de una planta productiva estructuralmente fuerte y diversificada que genere mayor valor agregado en nuestro territorio y así aprovechar las oportunidades que presenta el comercio internacional.
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