Pensar en el futuro

Las Perspectivas Globales para 2019

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Entre las perspectivas globales para el año que comienza y su efecto en México podemos referir a grandes rasgos los aspectos económicos, políticos y ambientales.

En el ámbito económico, 2018 estuvo marcado por la guerra comercial de Estados Unidos con China. Además del repunte del proteccionismo en varias regiones del mundo, los mercados estadounidenses comienzan a reaccionar frente a las políticas del gobierno de Trump a dos años del inicio de su gobierno. Varios analistas se cuestionan, ¿por qué les tomó tanto tiempo?, la respuesta parece estar en la reducción tributaria y en la desregulación. Ambas medidas beneficiaron principalmente a las grandes corporaciones y a sus accionistas, pero las clases medias no se vieron favorecidas con estas políticas. Según el prestigiado analista Nouriel Roubini, esta situación se terminó. Agrega el analista citado que si bien los mercados financieros expresan preocupaciones acerca de China, Italia, otras economías de la eurozona, así como varios países con economías emergentes, la principal preocupación radica en el propio gobierno de Trump. Entre las preocupaciones sobre sus políticas se encuentra una posible “stagflation”, esto es, reducir el crecimiento del producto e incrementar la inflación. De igual forma, Trump está restringiendo la inversión extranjera directa y ya ha implementado fuertes restricciones a la inmigración que reducirá el crecimiento de la oferta laboral en un contexto en el que el envejecimiento de la población y la falta de competencias es un fenómeno en aumento. Roubini concluye que Trump es una especie de Dr. Strangelove de los mercados financieros, el loco paranoico de la película “Dr. Insólito” de Stanley Kubrick. En suma, ahora los mercados comienzan a ver el peligro de una crisis financiera y de una recesión global.

Donald Trump

En el ámbito político, persiste la tendencia internacional a los gobiernos autoritarios. Los sistemas democráticos parecen estar bajo asedio por parte de planteamientos populistas autoritarios. En Rusia, Vladimir Putin fue reelecto.  Rusia tiene una economía estancada, cada vez más ineficiente, dependiente de los hidrocarburos y su gobierno refuerza su autoritarismo y expansionismo.  A esta situación se suma ahora el caso de Italia, país en el que Giuseppe Conte puede seguir el ejemplo británico del BREXIT. El Medio Oriente sigue siendo una región muy inestable en la que prácticamente todos los gobiernos son autoritarios. A los casos del BREXIT y la elección de Trump se suman los de las elecciones europeas en la que los candidatos de la derecha y aún de la ultraderecha ganan elecciones o bien fortalecen sus posiciones políticas. A esto hay que añadir las dictaduras, teocracias y los esquemas autoritarios de Arabia Saudita, Irán, Turquía y varios otros países asiáticos sin poder dejar de mencionar, desde luego, a casos como los de Corea del Norte y Filipinas.

En América Latina, además de los casos de Venezuela, con una ya grave crisis humanitaria, y de la creciente represión de Nicaragua, se da la reciente elección de Jair Bolsonaro en Brasil.  Esto es, los derechos y las libertades fundamentales vuelven a estar bajo asedio en la actualidad.

Jair Bolsonaro

Pero en este contexto de incertidumbre y de regresión autoritaria, volviendo al gobierno de Trump, la salida de John Kelly y James Mattis, deja al equipo del presidente estadounidense sin “adultos”. Esto, en el contexto de la continuación de la investigación de la llamada trama rusa del fiscal Robert Mueller.

Sin embargo, los problemas globales más apremiantes están en el creciente deterioro y degradación de la naturaleza que, según los especialistas, va a comprometer el futuro de la civilización contemporánea como la conocemos. Una expresión es el Cambio Climático de origen antropocéntrico, el cual se ha continuado agravando, según los reportes científicos más recientes.

El último reporte del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) de octubre de 2018, refiere que el incremento de la temperatura media del planeta continua. Además señala que el aumento de la temperatura de más de 1.5° Celsius en relación con los niveles pre-industriales, ocasionaría mayores daños de los que se preveía. De esta forma, se señala que las metas del Acuerdo de París de 2015 en el sentido de no sobrepasar los 2° C y que debe procurarse no llegar a los 1.5° C, debe ajustarse para hacer un mayor esfuerzo para reducir drásticamente las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI).

cambio climático y calentamiento global

En diciembre del año que terminó se celebró en Polonia la COP24 para reglamentar el Acuerdo de París. Las conclusiones fueron insuficientes frente a la gravedad del problema. El Cambio Climático es ya una de las mayores amenazas globales para el futuro de la humanidad, con consecuencias en ocasiones devastadoras para todas las formas de vida en el planeta. Sin embargo, los liderazgos políticos internacionales actuales no han asumido su responsabilidad global.

Tantos los países desarrollados como las economías emergentes siguen debatiéndose entre la necesidad de incrementar su nivel de crecimiento del PIB, aún utilizando a los hidrocarburos y el carbón como fuente de energía frente a los riesgos que entraña el cambio climático.

En suma, el mundo en 2019 encara además de los riesgos de una economía que puede caer en recesión, un ambiente político cada vez más cargado de populismo y autoritarismo violentando los derechos y las libertades fundamentales de las personas y el deterioro creciente de la naturaleza. Esto exige el surgimiento de nuevos liderazgos político-intelectuales para salvar el planeta y lograr el pleno respeto a la dignidad de las personas. El horizonte se ve lleno de nubarrones pero al final prevalecerá la libertad y el progreso.

La emergencia global y el desarrollo del país

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El más reciente reporte del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) señala que el impacto del incremento de la temperatura del planeta de 1.5°C a 2°C, es una amenaza existencial para la humanidad. Cabe señalar que numerosas proyecciones estiman que de no actuarse en forma determinante, el incremento de la temperatura de la Tierra podría ser mucho mayor. Para evitar consecuencias catastróficas, las emisiones globales de gases de efecto invernadero deben ser reducidas a la mitad para 2030 y a cero para 2050.

Éste es un objetivo sin precedentes que requiere de una reducción de las emisiones de GEI (Gases de Efecto Invernadero) de al menos 7% anualmente. Es importante precisar que, hasta ahora, ningún país ha logrado alcanzar una meta de reducción de este tipo de emisiones superior al 1.5% por año. Sin embargo, varios grupos de especialistas consideran que tomar estas medidas es la única respuesta posible frente al nivel de la amenaza que nos afecta.

fábricas y emsiones contaminantes
Imagen: Sostenibilidad para Todos.

Para poner este problema en una perspectiva adecuada, es necesario referir que hace casi 50 años el Club de Roma alertó al mundo de los retos ambientales y demográficos que enfrentaba. El mensaje central de “Los Límites del Crecimiento”, un reporte del MIT para el Club de Roma, era que un crecimiento ilimitado de la población, así como la sobre-explotación de los recursos naturales de un planeta finito, generaría un colapso gradual en los sistemas económicos, sociales y ambientales. Desafortunadamente ya estamos enfrentando esta situación por lo que la humanidad tendrá que cambiar radicalmente su curso de acción.

Al lado de la extinción masiva de especies y el crecimiento de la desigualdad entre las naciones y dentro de las mismas, el cambio climático es el reto global más presionante.

cambio climático amenazas
Restos de un elefante (Imagen: ThinkStock).

En el siglo XXI este tema será determinante para la seguridad y la prosperidad de las naciones en un horizonte de largo plazo. Cambiar el curso de acción global que prevalece podrá generar un renacimiento social de proporciones sin precedentes. Ésa es la visión del Club de Roma, una visión de futuro, la cual puede proporcionar bienestar para la gente y armonía entre los humanos y la naturaleza. Por ese motivo, el Club de Roma presentará un Plan Global de Emergencia en materia de Acción Climática. El llamado se dirigirá a los gobiernos, a los líderes de negocios, la comunidad científica, las organizaciones de la sociedad civil y los ciudadanos, para superar este reto que nos permitirá sobrevivir y emerger más fuertes con una civilización más balanceada con el respeto a nuestros límites naturales planetarios.

Para un país como México, con una economía emergente, fuerte rezago social y especialmente vulnerable al cambio climático, el reto es mayúsculo. Debemos retomar nuestra política del desarrollo para lograr un elevado crecimiento económico, con equidad social y pleno respeto de la naturaleza. Eso requiere, entre otras cosas, un dinámico y cuidadoso proceso de transición energética. Finalmente, lo reitero con pleno respeto de los derechos y las libertades fundamentales de todos. En el marco de un Estado constitucional de Derecho.

Tres retos del nuevo gobierno

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El gobierno de Andrés Manuel López Obrador tendrá muchos retos que deberá afrontar oficialmente a partir del 1° de diciembre. Sin duda, están los relativos a erradicar la corrupción y la impunidad, el combate a la pobreza y la disminución de la desigualdad, así como recuperar la seguridad pública. Estos temas han sido ampliamente tratados por López Obrador durante su campaña y por él mismo y su equipo de colaboradores durante este largo periodo de transición. Desde luego, existen muchos otros temas en la discusión pública como la continuidad o no de la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, la obra de infraestructura más importante del país en las últimas décadas, el proyecto del tren maya y otros temas de enorme importancia.

Está también, desde luego, la llamada Cuarta Transformación de la República, en el contexto internacional del fracaso del socialismo real y del rechazo al neoliberalismo, o al menos a algunos de sus aspectos, como el aumento de la desigualdad, en las elecciones de varios países en los últimos años.

Pero en este espacio me referiré a tres retos globales que debe enfrentar la comunidad internacional y que, desde luego, afectan profunda y directamente a México. Estos son el crecimiento demográfico y la nueva composición de las sociedades; el cambio climático y la acelerada destrucción de la naturaleza; y, el cada vez más dinámico proceso de innovación científica y tecnológica.

En cuanto al aspecto demográfico, basta recordar que México tenía 13 millones de habitantes en 1900; cerca de 25.7 millones de personas en 1950 y ahora casi llegamos, según algunas estimaciones, a 127 millones. Se prevé que seremos en dos décadas más de 150 millones de personas. Las tendencias mundiales son también extremadamente preocupantes. A finales del siglo XIX la población mundial llegó a 2 mil millones de personas. En 2018 es de casi 7 mil 700 millones y en 2050 se estima que alcance los 10 mil millones de seres humanos. En México, al igual que a nivel global, se registra un importante envejecimiento de la población, así como una creciente tendencia hacia la urbanización.

sobrepoblación
Valle de México (Foto: Cuartoscuro).

Nuestro país deberá proporcionar cada vez más y mejores servicios en materia de educación, salud, justicia, transporte, cultura, recreación y, por supuesto, empleos productivos.

El segundo reto que refiero es el cambio climático, el cual es, probablemente, el mayor riesgo que encara el futuro de la humanidad en su conjunto. La semana pasada se publicó el más reciente Informe del Panel Intergubernamental del Cambio Climático. En términos generales, refiere que el problema del calentamiento global se ha agravado rápidamente. Debemos actuar de inmediato para mitigar y adaptarnos a las nuevas condiciones climáticas de origen antropocéntrico que amenazan a la civilización en su conjunto, con graves consecuencias para la alimentación, la salud, el empleo, la gobernabilidad y la vida misma en toda la Tierra. Este fenómeno del cambio climático es sólo uno de los nueve límites naturales del planeta que están siendo rebasados por la irresponsable actividad humana, todos ellos relacionados entre sí, como la creciente escasez del agua, la acidificación y degradación de los océanos y la extinción masiva de especies. México es un país altamente vulnerable al cambio climático, tanto por eventos hidro-meteorológicos cada vez más intensos y frecuentes, como por sequías, entre otros riesgos. Se prevé que en 2039 el norte del país alcance un incremento de 2°C, con una disminución de entre el 10 y el 20% de las precipitaciones, en tanto que en el resto de México el incremento de la temperatura podría ser de entre el 1° y el 1.5°C. Tal escenario sería simplemente catastrófico para el país.

Este tema está directamente vinculado con la energía, por la necesidad de reducir la emisión de gases de efecto invernadero, entre otros aspectos. El nuevo gobierno se propone incrementar el nivel de producción petrolera, sin fracking y, al parecer, también sin producción de hidrocarburos en aguas profundas, en una etapa de transición energética mundial, en la que la era del petróleo, como combustible, se ve cada vez más acotada. Es necesario tener conciencia de que queda poco tiempo para estos proyectos. Lo que no se aproveche eficientemente en los próximos años, probablemente se pierda. En todo caso, el tema del cambio climático sigue despertando poco interés entre la clase política mexicana.

El tercer tema que plantearé es el da la innovación científica y tecnológica más dinámica en la historia de la humanidad. Desde la Inteligencia Artificial, hasta la digitalización, la robótica y el profundo cambio en todas las áreas del saber con el registro del más importante progreso de la humanidad en materia de conocimiento científico y tecnológico. Estos temas son transversales a todas las políticas públicas. En suma, dichos cambios van a marcar, más pronto de lo que se espera, una muy profunda transformación en todos los ámbitos de la vida económica y social del país.

En defensa de la Universidad

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La Universidad de México es la institución académica más antigua de las Américas. En muchos sentidos es una de las más importantes del hemisferio y ocupa un lugar determinante en la historia intelectual de nuestro país. Sus orígenes se remontan en la creación de la primera Universidad establecida por la cédula real de Carlos V, firmada por Felipe II de fecha 21 de septiembre de 1551. La Real y Pontificia Universidad de México inauguró sus cursos el 25 de enero de 1553. Durante el virreinato enseñaron y estudiaron ahí las figuras intelectuales más importantes de la época.

La actual Universidad Nacional fue establecida en 1910. Obtuvo su autonomía en 1929, la cual siempre fue concebida como un espacio de libertad y autogestión. En el transcurso de las siguientes décadas la Universidad Nacional ha ocupado un lugar de la mayor relevancia en la evolución política de México. Su relación con el poder político ha sido en ocasiones muy difícil ya que la Universidad se mantiene como un espacio de defensa de la libertad. En la década de los años sesenta del siglo XX recibió muy duros ataques por parte del gobierno de Díaz Ordaz. Primero, a raíz del movimiento de 1966 en contra del Rector Ignacio Chávez, quien pretendió articular un proyecto de excelencia académica para la Universidad. Fue un proyecto que de haberse consolidado habría tenido importantes repercusiones en beneficio del país. Más tarde, con el torpe manejo del movimiento estudiantil de 1968 que culminó con la masacre del 2 de octubre. El movimiento del 68 se generó en buena medida como un reclamo por mayores libertades. Se dio en un país de menos de 50 millones de habitantes. Actualmente, México tiene una población de casi 130 millones de personas y en 25 años más llegaremos a 150 millones.

Desde la década de los años setenta, derivado del crecimiento demográfico y la consecuente presión social, se han establecido numerosas universidades públicas y otras instituciones de educación superior. De igual forma, ha incrementado exponencialmente la oferta privada de educación profesional. En este último caso, muchas veces se trata de negocios mercantiles, pero también hay institutos y universidades privadas de excelencia académica que contribuyen significativamente para el desarrollo del país. La nueva oferta de educación superior es expresión de pluralidad de la sociedad contemporánea.

Es así que la mayor parte de la investigación, la creación del conocimiento recae en la UNAM y en el Instituto Politécnico Nacional (IPN). La Universidad cubre en materia de investigación un amplio espectro que comprende las ciencias, tecnologías, ingenierías, humanidades, disciplinas sociales y artísticas. La Universidad Nacional Autónoma de México tiene la más amplia oferta académica a nivel de docencia. Es también, reitero, la principal institución de investigación en América Latina. A través de numerosos institutos y centros de investigación se encarga de la creación del conocimiento y, en algunos casos, con nivel de excelencia. Por la UNAM han pasado buena parte de las personas con más relevancia en México en muchas áreas del conocimiento, algunos de ellos con proyección internacional y aún global. Asimismo, muchos de sus egresados son destacados dirigentes políticos, sociales y culturales, así como distinguidos emprendedores, profesionistas y servidores públicos de todo el país. La UNAM ha sido un importante medio de movilidad social en el país.

 

Universidad Nacional Autónoma de México
Marcha en la UNAM contra los ataques perpetrados por porros, septiembre 2018 (Foto: Cuartoscuro).

No obstante, la Universidad también ha sido víctima de numerosas agresiones en las últimas décadas, propiciadas por políticos inescrupulosos y demagogos tanto de distintas administraciones federales, como locales que la han traicionado.

Desde mi perspectiva, la Universidad Nacional Autónoma de México es patrimonio del país. Por eso es fundamental luchar por su excelencia académica y preservar su espacio de libertad. Por la rectoría de la misma han pasado distinguidos mexicanos como Ezequiel A. Chávez, Antonio Caso, José Vasconcelos, Gustavo Baz, Mario de la Cueva, Nabor Carrillo Flores, Ignacio Chávez, Javier Barros Sierra, Pablo González Casanova, Guillermo Soberón, Octavio Rivero Serrano, Jorge Carpizo, José Sarukhán Kermez, Francisco Barnés de Castro, entre otros. Desde luego, incluyo en esta lista a los tres últimos rectores, Juan Ramón de la Fuente, José Narro Robles y actualmente a Enrique Graue Wiechers.

El rescate de la Universidad pasa necesariamente también por el orden elemental que es necesario que prevalezca en cualquier institución académica. Debe acabarse con el porrismo gansteril y mercenario que subsiste. Urge erradicar cualquier tipo de violencia y rescatar el Auditorio Justo Sierra de la Facultad de Filosofía y Letras, así como suprimir la venta de drogas del campus universitario.

Una UNAM sólida, brillante, de excelencia académica, es fundamental para nuestro país. En este esfuerzo es imprescindible consolidar su autonomía que está enfocada a la libertad de cátedra, de investigación y, desde luego, de expresión. Nunca como extraterritorialidad para la impunidad y la protección de maleantes. Por último, quiero expresar mi apoyo al Rector, el Doctor Enrique Graue Wiechers en esta labor.

La sustentabilidad ambiental y la responsabilidad global

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El jueves 23 de agosto se celebrará un Conversatorio sobre la trascendencia del pensamiento del Club de Roma y su impacto en el futuro de México, así como en su inserción en la globalidad. Este evento se efectuará en la Unidad de Seminarios “Ignacio Chávez” de Ciudad Universitaria, de las 11:00 a las 14:00 horas. Participarán en este Conversatorio con las presentaciones iniciales, además de miembros de la Sección Mexicana del Club de Roma, el Doctor Alejandro Frank del Centro de Ciencias de la Complejidad y el Doctor Carlo Gay García del Programa Universitario de Cambio Climático, ambos de la UNAM.

El Club de Roma se fundó en 1968 por iniciativa de Aurelio Peccei, pensador y empresario global. El objeto del Club fue analizar y discutir las soluciones a la problemática de la humanidad con un enfoque multisectorial e interdisciplinario, con una visión holística y global de largo plazo. Para tal efecto, convocó a 100 personas de distintos medios y disciplinas de todo el mundo. El grupo original quedó integrado por empresarios globales, destacados científicos y académicos, diplomáticos, jefes de Estado y líderes de opinión. Por México fue invitado a participar Víctor Urquidi, distinguido economista y más tarde ambientalista, que en esa época (1968) era presidente de “El Colegio de México”.

economista mexicano
Víctor Urquidi (1919 – 2004) (Foto: http://www.comecso.com).

El primer informe que se presentó al Club de Roma se tituló “Los límites del crecimiento” y fue formulado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en 1972. Este estudio señaló, entre algunas de sus conclusiones, en el sentido de que, si se continuaba con un esquema de crecimiento como el que se llevaba sobre explotando los recursos naturales finitos con una contaminación y degradación del planeta sin medida, se provocaría un colapso gradual a nivel mundial en el curso del siglo XXI. En este estudio tuvo un particular significado también el tema del crecimiento demográfico. El informe de “Los límites del crecimiento” fue la primera llamada de alerta global sobre los graves peligros que enfrena la humanidad y el planeta por la destrucción de la naturaleza causada por la actividad humana.

Después de este primer informe, el cual ha sido actualizado veinte y treinta años después, el Club de Roma ha formulado y recibido más de cuarenta informes sobre diversos temas pero en la línea establecida desde su fundación, de análisis de las soluciones de la problemática global basados en la mayor información científica disponible.

A cincuenta años de la fundación del Club de Roma se publica un nuevo informe titulado “Come On! Capitalism, Short-termism, Population and the Destruction of the Planet. A Report to the Club of Rome”, el cual fue coordinado por los actuales co-presidentes, Ernst von Weizsaecker y Anders Wijkman. Este libro ha sido publicado en alemán y en inglés, entre otros idiomas, y está en proceso la edición en español.

Club de Roma
Portada de “Come on! Capitalism, Short-termism, Population and the Destruction of the Planet. A Report to the Club of Rome” (Foto: http://www.aqal-ag.com).

En este nuevo informe se señala que aún es posible construir un mundo con prosperidad para todos, pero es necesario actuar de inmediato para corregir el acelerado proceso de destrucción de la naturaleza. En cuanto a “Los límites del crecimiento” buena parte de sus consideraciones y conclusiones siguen siendo válidas. Es claro que los modelos computacionales actualmente son mucho más avanzados que el World3 utilizado en 1972. También es cierto que algunos aspectos del crecimiento económico, en las últimas cinco décadas, no fueron plenamente tomados en cuenta como la innovación. Pero, en general, el mensaje central de “Los límites del crecimiento” es válido ahora como lo fue en 1972. El mundo enfrenta actualmente muchos de los retos que se anticiparon en los años setenta del siglo XX como el cambio climático, la creciente escasez de tierras fértiles y la extinción masiva de especies. Más aún, la situación del planeta permanece altamente insatisfactoria con más de la mitad de la población mundial viviendo en situaciones económicas muy difíciles y aún críticas o bien, siendo amenazada por desastres climáticos o guerras.

Al mismo tiempo, las sociedades modernas han adquirido una enorme riqueza económica, conocimiento científico y capacidades tecnológicas que permiten implementar la mayor parte de las transformaciones que se plantean en “Los límites del crecimiento” y que permitirían crear un mundo sustentable. Un futuro próspero para todos requiere desvincular el bienestar de la destrucción de los recursos naturales desde la agricultura hasta la contaminación atmosférica.

contaminación
Foto: http://diario16.com

La situación global es plenamente aplicable para el caso de México. Nuestro país no escapa a las tendencias globales de destrucción de la naturaleza y de acelerado crecimiento demográfico, entre otros aspectos. México es un país altamente vulnerable a los efectos del cambio climático, entre muchos otros riesgos. Pero México también cuenta con todas las condiciones para seguir una ruta de progreso y bienestar para todos. Nuestro país puede ser una de las principales potencias globales en las próximas décadas.

Por ese motivo, me parece de la mayor relevancia el Conversatorio sobre el pensamiento del Club de Roma y su impacto en México, con dos de los grupos de pensamiento más importantes en México, el Centro de Ciencias de la Complejidad y el Programa Universitario de Cambio Climático y el Desarrollo Sustentable. Uno de los ejes del Conversatorio será el de la sustentabilidad ambiental y la responsabilidad global.

AMLO y Donald Trump

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A raíz de la visita de la delegación de alto nivel del gobierno de Donald Trump al próximo presidente de México, en el que participó buena parte de su equipo de trabajo, encabezado para ese efecto, además de López Obrador, por Marcelo Ebrard, futuro secretario de Relaciones Exteriores, me parecen convenientes algunas consideraciones.

En primer término, hay que destacar, desde luego, el alto nivel de la delegación visitante, encabezada por el Secretario de Estado y ex Director de la CIA, Mike Pompeo; la participación del Secretario del Tesoro, el ex banquero Steven Mnuchin y la titular de la Secretaría de Seguridad Interna, Kirstjen Nielsen, así como por el inefable yerno de Trump, Jared Kushner.

El gobierno de AMLO tendrá un entorno global crecientemente complejo en todos los órdenes, pero el objeto de esta colaboración es comentar su relación con el gobierno de Trump.

Un aspecto de este contexto es destacar que AMLO debió su éxito electoral, en buena medida, a su oferta de combate a la corrupción y a la impunidad. De igual forma, se comprometió a luchar en forma prioritaria contra la pobreza y a mitigar la desigualdad. Asimismo, insistió en dejar de lado el neoliberalismo y a darle al Estado un nuevo papel para, entre otras cosas, hacer prevalecer el interés general sobre el privado.

Por su parte, los pilares fundamentales del proyecto político y económico de Trump son exactamente los opuestos. Para el gobierno de Trump un objetivo fundamental es, fraseando a Naomi Klein, “la destrucción del Estado regulador”; una ofensiva absoluta contra el Estado de bienestar y la cancelación de los servicios sociales públicos. Otros rasgos de su proyecto es el estímulo al consumo de combustibles fósiles, que pasa por la negación del cambio climático, así como la guerra de civilizaciones y su actitud frente a la migración.

Destaco tres aspectos de la política de Trump. Una es la desregulación y la supresión de la actividad gubernamental que se inscribe en la tradición de la ultraderecha del partido republicano. Es ir más allá del legado de Ronald Reagan y de George W. Bush, en línea con el “Tea Party”, los intereses y postulados de los hermanos Koch y el sector más radical de los republicanos. Se trata de una política que fortalece a las grandes corporaciones empresariales. Un segundo aspecto es la confusión del interés público con el privado. El conflicto de interés entre el gobierno de Trump con sus intereses corporativos, no se había visto nunca en la historia de ese país. El tercero, y por mucho el más trascendente para el futuro del planeta y de la humanidad entera, es la ignorante negación del cambio climático y de su desastroso efecto para el futuro de todos.

La relación del próximo gobierno de México con la administración Trump puede ser difícil. El actual inquilino de la Casa Blanca sostiene una actitud agresiva y beligerante contra México, Canadá, China y la Unión Europea, entre otros. No deja de llamar la atención la agresividad de Trump en su actual gira europea que contrasta con la obsecuencia y sumisión frente a Vladimir Putin, en la reunión de Helsinki que ha indignado a todo el espectro político estadounidense.

La relación entre nuestros países es altamente compleja, y comprende a todos los ámbitos de la administración pública. Pero quiero destacar uno que puede ser positivo: la importancia de estimular el desarrollo del sur-sureste de México, entre otras medidas, a través del estímulo de la obra de infraestructura, como ya se ha anunciado por parte del futuro gobierno. Este proyecto debería ir acompañado por una especie de Plan Marshall, con fuerte apoyo internacional para el desarrollo de Centroamérica, en particular de los países del llamado Triángulo del Norte. El pleno desarrollo social y económico sustentable es la base para una región más segura y equilibrada. Una propuesta similar se ha planteado en Alemania para el desarrollo de África. La única forma de detener la migración es creando las condiciones de desarrollo para la población de los países expulsores de migrantes.

En suma, entre otros problemas, el gobierno de México enfrentará un complejo entorno internacional que se caracteriza por la muy acelerada destrucción de la naturaleza, de la cual el cambio climático es sólo un aspecto, la regresión autoritaria que se observa en países de diversas regiones en el mundo y que incluye la violenta represión en Venezuela y Nicaragua, los peligros de una guerra comercial global y de una nueva crisis financiera y, desde luego, la crecientemente compleja relación con Estados Unidos.

“Pensar el futuro” en la Facultad de Derecho

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El martes 6 de marzo tuve el honor de impartir una Conferencia Magistral en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México, mi Alma Mater, gracias a la generosa invitación de su Director el Doctor Raúl Contreras Bustamante.

Reitero, esta distinción fue para mí un honor ya que fui inmerecidamente invitado a participar en un Ciclo denominado “Grandes Maestros”. Fue también un evento particularmente emotivo para mí, ya que en 1968 ingresé al primer semestre de la carrera precisamente en la Facultad. Recordé la profunda impresión que me causó la UNAM, un espacio de libertad y respeto por el conocimiento único en ese momento en México. Mi ingreso a la Facultad de Derecho me permitió entrar en contacto con grandes juristas y distinguidos abogados como Luis Recasens Siches, Mario de la Cueva, Guillermo Floris Margadant, Ernesto Gutiérrez y González, Manuel Borja Martínez, José Campillo Sainz, Jorge Barrera Graf, Roberto Hoyo D’Addona, Roberto Mantilla Molina, Héctor Fix Zamudio, Antonio Carrillo Flores, Antonio Martínez Báez y Gabino Fraga, entre muchos otros. Fue también un espacio en el que hice amistades que perduran. Asimismo, me permitió definir mi vocación por el estudio. Cabe referir que 1968 fue un año de enorme relevancia para México y el mundo. En ese año se vivió en el contexto de la Guerra Fría, la Primavera de Praga, el movimiento estudiantil de mayo en París, las protestas por la guerra de Vietnam en Estados Unidos, los asesinatos de Martin Luther King y Robert Kennedy en ese país, y desde luego el movimiento estudiantil de México con el trágico desenlace del 2 de octubre en Tlatelolco.

Pocos años después estudié un posgrado en la Universidad de Harvard y a mi regreso tuve la oportunidad de impartir clase en esa y otras universidades, en particular durante los años que fui Investigador de tiempo completo en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la propia UNAM. Más adelante me desarrollé en otros espacios profesionales en los ámbitos financiero, petrolero, ambiental y de los derechos humanos en México y en el extranjero, en ocasiones con residencia fuera del país, aunque en todos estos años he conservado una intensa participación en diversas universidades y centros de estudio en México y en el exterior.

El tema que expuse fue “La problemática de México y de su inserción en la globalidad. Una visión de largo plazo”. Se trata de un tema que he estado analizando y sobre el cual escribo con frecuencia. Se trata de un ejercicio de prospectiva y de planeación estratégica, de pensar el futuro de México con visión de largo plazo con un enfoque multisectorial e interdisciplinario. En primer término efectué un análisis sobre la situación actual del país y los rasgos de su evolución en los principales aspectos para después formular escenarios con visión de mediano y largo plazo. Se toman en cuenta en este ejercicio el análisis de Los Objetivos del Desarrollo Sostenible 2030 de Naciones Unidas; las Megatendencias Globales 2050 elaborado por el Foro Global de Mercados Emergentes; el más reciente informe al Club de Roma: “Come On! Capitalism, Short-termism, Population and the Destruction of the Planet”; así como el Mundo en 2052 de Jorgen Randers, entre otros estudios e investigaciones recientes.

México y el mundo han cambiado profundamente en estas cinco décadas. Ahora la humanidad enfrenta retos inéditos pero también grandes oportunidades. A pesar del acelerado proceso de destrucción de la naturaleza y del crecimiento demográfico, aún es tiempo de salvar al planeta y de construir un futuro mejor con prosperidad para todos. Asimismo, estoy plenamente convencido de que México llegará a ser una potencia global. Nuestro país tiene todo para lograrlo, en particular la riqueza de su población. Este objetivo pasa, desde luego, por la construcción y consolidación de un eficaz y eficiente Estado democrático de Derecho.

En suma, fue para mí un evento de especial significado toda vez que la Facultad de Derecho sigue siendo una institución fundamental en el país en la formación de juristas y en la consolidación y difusión de la cultura jurídica en México.

Fin de año. Nuevos retos y oportunidades

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Al terminar 2017 recuerdo la frase que pronunció la Reina Isabel II cuando comentó el año 1992, “annus horribilis”, refiriéndose a la monarquía británica. Termina 2017 y el mundo enfrenta retos inéditos de tal magnitud que nos hace pensar más en un cambio de época que en una simple época de cambios.

La destrucción de la naturaleza y la degradación del ambiente, la sobreexplotación de los recursos naturales así como el crecimiento demográfico nos obligan a pensar y actuar de forma distinta en numerosos ámbitos de la actividad humana. Esto es, no solo si queremos construir un futuro con prosperidad para todos, sino más aún, si queremos preservar la vida humana en el planeta tendremos que hacer cambios profundos en la economía y crecer sobre bases distintas de las convencionales, dejando de degradar la naturaleza y el ambiente.

Hemos rebasado todos los límites naturales del paneta. Como bien expresa el presidente de Francia, Emmanuel Macron, estamos perdiendo la batalla contra el cambio climático, el cual es sólo uno de los límites planetarios.

En ese complejo entorno México se prepara para la elección presidencial del 1 de julio de 2018. Ya están los candidatos de las tres coaliciones que se han articulado, José Antonio Meade al frente del PRI, Verde, Panal; Ricardo Anaya de la alianza del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, y Andrés Manuel López Obrador por Morena, PT y el inefable PES. Quien gane la elección presidencial deberá enfrentar además un entorno político y económico internacional caracterizado por la incertidumbre y varios signos de regresión autoritaria en diversas regiones en el mundo.

En el entorno hemisférico basta referir la disruptiva presencia del Presidente Trump. Su ejercicio del gobierno ha minado profundamente los principios y valores de la democracia estadounidense, ha estimulado y agudizado la división de la sociedad de su país y parece empeñado en destruir el orden internacional, articulado precisamente por Estados Unidos a partir de la post- guerra, sin que quede clara su propuesta de sustitución, más allá de un aparente nacionalismo populista. Pero sobre todo la administración Trump se caracteriza, para efectos globales, en el rechazo de la evidencia científica y su abandono de la lucha contra el cambio climático. Esto sin mencionar la persistente agresión a México por parte de Trump en todos los ámbitos de la relación bilateral. Por otra parte, al mismo tiempo que Estados Unidos pierde presencia en el escenario internacional, se fortalece la influencia de China y el polémico protagonismo de Rusia.

Asimismo, son innumerables los ejemplos de la regresión autoritaria en varios países, y el renacimiento de la ultra-derecha aún la muy violenta en Europa y los propios Estados Unidos. En el caso de América Latina es sorprendente la destrucción de la sociedad venezolana al nivel de gestar una ya prolongada crisis humanitaria y en paralelo la consolidación de una dictadura que destruye las libertades y los derechos fundamentales.

Al mismo tiempo observamos que un buen número de países latinoamericanos viven crisis políticas y económicas profundas. En este contexto, el próximo gobierno federal  en México deberá asumir un conjunto de retos. Buena parte de  ellos están simplificados en los objetivos del desarrollo sostenible 2030 de las Naciones Unidas. Entre algunos podemos mencionar la erradicación de la pobreza y el hambre; la consecución de la salud y el bienestar; educación de calidad e igualdad de género; agua potable y energía limpia, así como asegurar el trabajo decente y el crecimiento económico; el desarrollo industrial, la innovación y la infraestructura; la drástica reducción de las desigualdades; la transformación hacia ciudades y comunidades sostenibles, la producción y el consumo responsable, así como las metas propiamente ecológicas como la estabilización del clima, el rescate de la vida submarina y los ecosistemas terrestres.

Todo esto deberá lograse en el marco de las mega tendencias globales hacia 2050 como son el crecimiento demográfico. Pasaremos de 7,500 millones de personas a casi 10 mil en 2050, con un fuerte envejecimiento de la población y una creciente urbanización en el contexto más dinámico del proceso de innovación científica y tecnológica de la historia; una mayor globalización económica pero probablemente también con enormes desigualdades; una mayor competencia por los recursos naturales finitos y cada vez una mayor presencia de las economías emergentes.

Es ese contexto se da la elección presidencial de 2018. México definirá su destino. Optará entre un proyecto de futuro para lograr que el país sea una potencia global, por el progreso y para estar a la altura de este momento histórico o por una apuesta al pasado. Es muy importante lo que está en juego. No podemos equivocarnos ni dejarnos condicionar por la demagogia y el populismo.