Astrónomos del Instituto de Astrofísica de la ciudad de La Plata confirmaron que un aficionado a al observación del espacio realizó la primera fotografía del nacimiento de una supernova.
El argentino Víctor Buso, quien trabaja como cerrajero en la ciudad argentina de Rosario, sería la primer personas en conseguir fotografiar el nacimiento de una supernova, esto de acuerdo con un estudio publicado en Nature, donde se detalla que el 20 de septiembre de 2016, el aficionado a la astronomía apuntó su telescopio hacia la galaxia espiral NGC 613, que se encuentra a unos 80 millones de años luz de la Tierra, y descubrió una brillante luz cerca del extremo de un brazo de la espiral.
Los astrónomos del Instituto de Astrofísica de la ciudad de La Plata indicaron que la imagen captada por su compatriota era el primer estallido de luz visible de una explosión estelar, la cual también es conocida como el nacimiento de una supernova, reportó RT.
“Victor Buso, an amateur astronomer in Rosario, Argentina, was checking out the new camera on his telescope by taking pictures of a nearby spiral galaxy when a star within it went off in a supernova explosion” (New York Times, recién). pic.twitter.com/HjXLnjEJr6
— Derecho enZapatillas (@dzapatillas) 22 de febrero de 2018
Para Alex Filippenko, astrónomo de la Universidad de California y coautor del estudio, esta imagen es como ganar la lotería cósmica. “Nadie había captado el nacimiento de una supernova antes, aunque los astrónomos profesionales llevaban tiempo buscando este tipo de evento”, explicó Filippenko.
“Los datos de Buso son excepcionales”, agregó el científico. “Este es un ejemplo sobresaliente de una cooperación entre astrónomos aficionados y profesionales”, aseguró Filippenko.
El texto indica que gracias a estas imágenes se pudo confirmar que las supernovas pasan por tres fases. En la primera, la luz emerge hacia la superficie estelar en cuestión de minutos y hasta horas. “En ese momento se libera de manera violenta una enorme cantidad de luz, el objeto se hace visible y aumenta su brillo a un ritmo muy rápido”, explicó Gastón Folatelli, coautor del artículo, quien añadió que en la segunda, que puede durar algunos días, el objeto se enfría y, en la última, el decaimiento de la radiactividad hace que este se vuelva a calentar, algo que puede extenderse por semanas.
Para Melina Bersten, quien también colaboró en la investigación, indicó que “en los últimos años se dedicaron muchos esfuerzos y recursos para detectar las supernovas lo más temprano posible, por ejemplo mediante la implementación de programas de seguimiento constante, pero sin éxito. De hecho, algunos astrónomos comenzaban a dudar de la existencia de esta etapa”.
Pero ahora se podrá ampliar la información que se tiene de este proceso, concluyó Bersten.
