Un estudio reveló que los teléfonos inteligentes pueden desarrollar adicción y dependencia, alterando el cerebro de quienes lo hacen.
Usar excesivamente y depender de teléfonos inteligentes puede afectar tu cerebro de forma similar a lo que lo hacen algunas drogas, sugiere un estudio reciente publicado en la revista NeuroRegulation.
La investigación se llevó a cabo en 135 estudiantes universitarios y encontró que aquellos que dependen más de sus celulares suelen sentirse más deprimidos, ansiosos, solitarios y aislados, en comparación con quienes usan el teléfono móvil de forma baja o moderada.
Los investigadores piensan que esto se debe a la falta de socialización e interacción cara a cara con otras personas. Además, aquellos que usan mucho su celular tienen a realizar otras tareas al mismo tiempo, lo cual no le permite a la mente relajarse y concentrarse.
“La adicción al uso de teléfonos inteligentes comienza a formar conexiones neurológicas en el cerebro de forma similar a la adicción a los opioides que experimentan las personas que toman Oxicodona para el alivio del dolor: poco a poco”, comentó Erik Peper, quien es profesor de educación de salud en la Universidad Estatal de San Francisco y fue el autor de esta investigación.
Un estudio separado reveló que en promedio, las personas revisan sus teléfonos inteligentes por los menos cuatro mil veces al año sin motivo alguno. Al día, nos conectamos en 28 ocasiones a Facebook, WhatsApp o Instagram, entre otras aplicaciones, y se considera que un tercio de la veces se debe a dependencia y no por necesidad.
En México, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), más de 81 millones de personas cuentan con un celular, el 75% de ellos siendo teléfonos inteligentes, lo que significa que casi 61 millones de personas están en riesgo de desarrollar dependencia a este tipo de tecnología si no se modera su uso.
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