Se celebró recientemente un extraordinario evento para conmemorar el 100 Aniversario de Víctor L. Urquidi en el Colegio de México los días 2 y 3 de mayo.
Fue un evento extraordinario que se llevó a cabo para conmemorar el nacimiento de un personaje excepcional, un pensador global que tuvo una visión holística y global de la problemática de México y del mundo. A lo largo de las diferentes ponencias se resaltaron las múltiples facetas de un intelectual que trató con profundidad, rigor y acierto la economía, los asuntos internacionales, la ciencia y la tecnología, así como los problemas ambientales con un enfoque complejo, transdisciplinario, multisectorial, integral pero, sobre todo, de largo plazo.
Participaron en la convocatoria de este evento El Colegio de México, la Comisión Economía para América Latina y el Caribe de Naciones Unidas (CEPAL), el Banco de México, la Sección Mexicana del Club de Roma y el Centro Tepoztlán Víctor L. Urquidi (así llamado a raíz de su muerte). Asimismo, este evento pudo organizarse por el liderazgo que asumió Silvia Giorguli, Presidenta del COLMEX.
Víctor Urquidi nació en Neuilly, Francia, el 3 de mayo de 1919, hijo de un diplomático mexicano y de madre británica. Murió en la Ciudad de México el 24 de agosto de 2004, a la edad de 85 años
En el evento se trataron las principales facetas de su amplia y prolífica actividad, y en la inauguración participamos, desde luego, la Presidenta del COLMEX, institución de excelencia académica de la cual Víctor Urquidi fue Presiente por más de 19 años; el Gobernador del Banco de México Alejandro Díaz de León, institución en la que el joven Urquidi comenzó su desempeño profesional y a la que estuvo vinculado durante muchos años; Jorge Mario Martínez Piva, representante de Alicia Bárcena, Secretaría Ejecutiva de la CEPAL, en la que también tuvo una importante participación, así como los representantes del Centro Tepoztlán y de la Sección Mexicana del Club de Roma, proyectos de discusión y análisis del país y de su inserción en la globalidad fundados por Urquidi.
Una primera mesa analizó su vida y trayectoria en la que Marieclaire Acosta destacó la perspectiva familiar de la época de Víctor Urquidi como estudiante de la London School of Economics que coincidió con el estallido de la Segunda Guerra Mundial; Ariel Buira se refirió a la participación de Víctor Urquidi en Bretton Woods, New Hampshire, Conferencia de la que surgió el Fondo Monetario Internacional y el posteriormente llamado Banco Mundial; Jorge Mario Martínez Piva resaltó el relevante papel que tuvo Urquidi en la CEPAL, en particular en cuanto a sus estudios sobre el desarrollo económico de Centroamérica en la década de los años cincuenta del siglo XX y su enorme transcendencia; y Mauricio de María y Campos destacó la múltiple vinculación de Víctor Urquidi con el Sistema de Naciones Unidas, derivada de sus variados intereses.
En una segunda mesa, Josefina Zoraida Vázquez, así como Andrés Lira y Javier Garciadiego, estos dos últimos expresidentes del COLMEX señalaron la actividad de Víctor Urquidi con esta institución, su relación con Daniel Cosío Villegas y sobre todo su brillante gestión como Presidente de “El Colegio” y su proyección internacional como institución de excelencia académica. Clara Jusidman relató la génesis y desarrollo del Centro Tepoztlán, así como algunos de los sus principales proyectos. En mi turno, me correspondió referir cómo Víctor Urquidi fue miembro fundador del Club de Roma, en 1968, a invitación de Aurelio Peccei y su notable participación en este foro global, al igual que su carácter de fundador de la Sección Mexicana del Club de Roma en 1990 y sus principales actividades.
En cuanto al pensamiento económico de Víctor Urquidi y su vigencia, Rolando Codera destacó su pensamiento en materia de Planeación y Desarrollo; Luis Aboites refirió el fracaso del proyecto de reforma fiscal formulado por Nicolás Kaldor en 1961 y Gerardo Esquivel se refirió al Desarrollo Económico e Igualdad.
Otra sesión se dedicó a la actualidad del pensamiento de Urquidi en materia de la visión prospectiva global y el cambio tecnológico. Desarrollaron diversos temas en esta materia: Enrique Alduncin, Eugenio Anguiano, Claudia Schatan y Jorge Mattar.
Se analizó también la vigencia y actualidad del pensamiento de Víctor Urquidi en los temas de población y desarrollo en las participaciones de Francisco Alba, Landy Sánchez, Rosario Cárdenas, Luis Jaime Sobrino y Carlos Echarri. De igual forma se planteó y discutió al pensamiento de Urquidi en relación con el medio ambiente a través de las participaciones de José Sarukhán, Cassio Luiselli y Boris Graizbord. Finalmente, se efectuó un conversatorio sobre la rica y cálida personalidad de Urquidi en el tuvieran participación Gerardo Bueno, Javier Márquez, Raúl Martínez Ostos, Lorenzo Meyer, Federico Reyes Heroles, y Eduardo Terrazas. Por último, se entregó el Premio en Economía Victor L. Urquidi 2018 a Kensuke Teshima el primer lugar, y a Emilio Gutiérrez y Adrián Rubli el segundo lugar.
Víctor Urquidi fue un erudito y visionario con un horizonte de largo plazo. Su pensamiento y, particularmente, su actitud, son un ejemplo a seguir para abordar y solucionar la problemática contemporánea, así como el futuro del país y del mundo. Es claro que a nivel internacional vivimos no sólo una época de transformaciones sino un verdadero cambio de época. El crecimiento demográfico, la nueva composición de la población, la sobreexplotación y el agotamiento de los recursos naturales, el cambio climático, la cuarta revolución tecnológica industrial, entre muchos otros factores, hacen que enfrentemos retos inéditos y de una enorme complejidad. Más de la mitad de la población mundial vive en situaciones de extrema presión por conflictos bélicos, hambre, pobreza extrema, y cambio climático. Por otra parte, nunca antes en la historia de la humanidad se había registrado un avance tan dinámico de la innovación científica y tecnológica, así como una acumulación de riqueza como la que hay actualmente. Sin duda, la compleja problemática contemporánea tiene solución. Por eso, se extraña la lucidez y el rigor intelectual de Víctor Urquidi. Pero se extraña también su generosidad, cordialidad, prudencia y elegancia. El Colegio de México ha compilado buena parte de su obra y en breve publicará la memoria de este evento.
Cabe señalar que en esta conmemoración estuvieron presentes la viuda de Víctor, Sheila, su hija Mariana, su hermana y varios de sus sobrinos, entre ellos Marieclaire Acosta y Carlos Urquidi.
Por último, es importante reiterar mi reconocimiento a Silvia Giorguli por la conducción de ese proyecto, a sus magníficos colaboradores del COLMEX, así como a Mauricio de Maria Campos y, muy especialmente, a Graciela Salazar, secretaria de Urquidi por su esfuerzo y dedicación.
