La devaluación de una moneda se está volviendo un tema de moda o recurrente tanto en los medios de comunicación como en las redes sociales; los casos recientes de Argentina y Venezuela así lo dejan ver, y eso que son dos tipos de crisis totalmente diferentes tanto en el contexto político como económico; lo que nos recuerda que la crisis es inherente al sistema capitalista y, desafortunadamente, la línea entre la realidad y la desinformación es muy pequeña.
Un caso concreto es tomar como “devaluación” el cambio del billete de 500 pesos en el caso de México; ésa es la opinión generalizada para tantos expertos en las redes sociales, situación que ha dado rienda suelta al fantasma de la devaluación, y el término y su contexto de aplicación sería incorrecto.
Para entender un poco es necesario hablar de la llamada política monetaria y la política fiscal, aunque cumplen metas en conjunto son distintas en su aplicación. En cuanto al cambio del billete de 500 pesos, estamos ante una política monetaria, propiamente de emisión de papel moneda. Lo que resulta muy distinto es su poder adquisitivo, es decir, con ese mismo billete ya no podemos comprar lo mismo en comparación a meses anteriores.
La inflación y el poco crecimiento económico no nos hace cantar victoria o pensar tan siquiera que podríamos estar exentos de una crisis económica; lo que sí es que debemos ver todos los puntos a seguir y no sólo quedarnos con el cambio de papel moneda como síntoma o requisito de una posible “devaluación”.
De inicio, la palabra devaluación se define como una “acción y efecto de devaluar” y devaluar es “rebajar el valor de una moneda o de otra cosa, depreciarla”; mientras que depreciar es “disminuir o rebajar el valor o precio de algo”. En términos económicos hay una gran diferencia entre “depreciar” y “devaluar” una moneda.
La depreciación se da en el actual escenario de libre flotación del tipo de cambio, ante un mercado cambiario competitivo, esto es, sin intervención estatal, y la moneda se deprecia como resultado en la “interacción” de la oferta y demanda, mientras que la devaluación es un mecanismo de política pública, en donde el gobierno determina el precio que tendrá la moneda. Son resultado de un actuar pasivo (depreciar) y activo (devaluación) del gobierno en su política monetaria, y en la cual su intervención se ve mal por las calificadoras internacionales.
En este sentido, la pregunta a contestar es saber “por qué se deprecia una moneda”. Y la respuesta es que se debe a un resultado “esperado” en el mercado, y en términos reales el que se deprecie quiere decir que hay una reducción del valor de la moneda respecto al tipo de cambio de otras al dólar principalmente.
Dentro de los mecanismos permitidos, por el “mercado”, para combatir una depreciación se tiene a otros indicadores como la entrada de capitales, la tasa de interés, y el comportamiento en la Bolsa de Valores; si son indicadores “sanos”, el mismo mercado permitirá que el tipo de cambio se fortalezca y se aprecie la moneda de manera “automática”.
En ese sentido, la emisión de nuevos billetes obedece más a una política monetaria, en donde el Banco Central determina la cantidad de dinero y crédito en la economía a corto y mediano plazo; la emisión de billetes se basa en la inflación, en la tasa de interés objetivo.
No obstante, lo que debe realmente preocupar, hablando del fantasma de la devaluación, no es la emisión de nuevos billetes, sino la pérdida de poder adquisitivo que tiene o presenta la emisión de billetes.
Si es verdad, ya no habrá billete de veinte pesos, pero de ahí a que sea una devaluación hay mucha distancia, de inicio estaríamos hablando de un papel activo por parte del gobierno en política monetaria y cambiaria; desafortunadamente como economía tenemos “bien” claro que no debe intervenirse en la libre determinación del mercado, y una depreciación es esperada y el mismo mercado la ajustará tarde o temprano.
De esta manera, lo que debemos tener claro es que ese ajuste no llegó ni llegará por sí sólo en Argentina, y la intervención gubernamental se está haciendo presente, la devaluación como mecanismo para evitar la salida masiva de capitales; la tasa de interés ya alcanza el 60% y se está por recibir un nuevo préstamo del FMI (Fondo Monetario Internacional). La inflación anual se acerca al 25%.
Así de alarmante puede volverse una devaluación. No estamos exentos de un proceso de crisis al ser parte de un sistema global, por lo que no vale la pena replicar cosas que no son parte de nuestra realidad. Nuestra crisis vendrá de factores internos y de los cuales somos expertos como la corrupción, el desinterés político por abatir la polarización del ingreso, y no solamente por el cambio de un billete.
Con todo respeto Rodrigo Armando Guerrero Castro con todo y que eres economista con especialidad en análisis estadístico, económico y administrativo en materia fiscal y presupuestal dentro de la administración pública federal, según tu comentario donde dices «como economía tenemos “bien” claro que no debe intervenirse en la libre determinación del mercado, y una depreciación es esperada y el mismo mercado la ajustará tarde o temprano.» en mi particular punto de vista, actualmente es dudoso el valor del peso mexicano frente al dólar o sea el mercado que determina su valor real actualmente esta corrupto y no ajusta al valor al valor real, porque es un hecho que si Donald Trump admitió tener un déficit con México en el tema comercial, Porque el mercado, en lugar de depreciar o quitarle valor al dólar frente al peso, por falta de competitividad comercial, ocurrió exactamente lo contrario, el dólar gana valor frente al peso y a casi dos años es notable que ese valor no se ajustara. O sea, prácticamente Donald Trumpo (Gobierno Norteamericano) devaluó el peso mexicano o sea, es un actuar activo de un gobierno extranjero sobre nuestra moneda, y lo peor que la soberanía del país queda en entre dicho porque nuestro gobierno local, no hace nada o esta coludido en la corrupta devaluación del peso frente al dólar que impuso el gobierno Norteamericano, de ahí que se esta cumpliendo el dicho de donald Trump «Los mexicanos pagaran el muro norteamericano, y ni siquiera se darán cuenta que lo estan pagando» la perdida de valor del peso mexicano frente al dólar de mas del 50% en este sexenio es una forma de pagar el muro sin que los mexicanos nos demos cuenta.
Es lamentable que en la re-negociación del TLCAN no hubo algún comentario de los protagonistas mexicanos, para tratar de solucionar el tema cambiario de ahí la sospecha de estar coludidos en la devaluación del peso, excusando la perdida de valor en términos no tangibles y no justificables como «miedo del mercado».
Es evidente que el valor del dólar, no es por la libre determinación del mercado, porque tan solo basto un año para que el dólar al apreciarse, compensara el déficit comercial que a México le costo 20 años de comercio.
Considero que es el momento en que el nuevo gobierno mexicano debe intervenir para garantizar el libre determinación del mercado en base a elementos tangibles de exportación e importación que justifiquen el valor de cualquier moneda en base a su comercio con el extranjero, por eso es importante que México (único país con mas tratados comerciales en el mundo), promueva con todos los países con quien es socio comercial por algun tratado. El imponer entre todos, una nueva moneda base o eje ajena al dólar y/o a cualquier país en particular solo para el comercio internacional, que depreciara o apreciara las monedas tradicionales de cualquier país en particular, con respecto a la nueva moneda en base a su déficit o superávit comercial con los correspondientes países con quien tiene tratados. Evitando con esto, que Estados Unidos controle la soberanía y economía de los países del mundo, con el solo tener del control particular del valor de su moneda tradicional «EL DÓLAR».