Hace diez años nos tocó una contingencia muy parecida a la que podría provocarse con el brote de coronavirus.
Hoy, con esa experiencia, lo primero que podemos hacer es adoptar buenos hábitos de higiene y cuidado que se vuelvan costumbre y con ello evitar contagios que ponen en riesgo a todos, desde los niños hasta los adultos mayores. Éste es un virus que su contagio es aéreo. A diferencia de otros que son por fluidos, por eso tiende a propagarse más y más rápido, afectando las vías respiratorias y comenzando a sentirse los primeros síntomas con dolor en la garganta, luego en los conductos respiratorios y nasales, hasta llegar a los pulmones. El tiempo de incubación puede ir de los tres a cinco días hasta manifestarse, así que es relevante tomar en cuenta ciertas medidas y las siguientes acciones para prevenirlo:
1. Lavarse las manos constantemente y a lo largo del día. No importa si ya lo hicimos antes de salir de casa, ésta debe ser una práctica permanente. Mínimo 20 segundos (y con la llave del agua cerrada).
2. Usar tapabocas. Es una excelente manera para no contagiar y hasta una muestra de respeto hacia los demás.
3. Toser y estornudar siempre en el hueco del antebrazo. Y jamás escupir en la calle y en ningún lugar público.
4. Limpieza de superficies (mesas, puertas, barandales, llaves, etc.). Puede llegar a vivir hasta 12 horas en superficies metálicas.
5. Lavar la ropa con detergente común. En los textiles puede vivir el virus de 6 a 12 horas.
6. No llevarnos las manos a la cara. Ése es el medio más común de autocontagio.
7. El uso de gel antibacterial constantemente es recomendable después de tocar superficies.
8. Evitar en la medida de lo posible saludar de mano y beso.
10. Mantener la garganta humectada y tomar agua de manera constante. También algo muy útil es hacer gárgaras con agua y sal, 4 veces al día es una gran medida.
11. No automedicarse. Pedir apoyo y asesoría médica.
12. Se recomienda ingerir alimentos bien cocidos.
Y cuidado con las fake news. Por eso sólo debemos seguir las recomendaciones de los expertos y autoridades. No caer en prejuicios y estereotipos. Esto es una enfermedad. No tiene nada que ver en cómo te ves, de dónde eres, cómo te vistes, cómo hables, qué pienses o a quien le reces o ames. Vivimos en un planeta con bacterias y virus que lo habitan igual que nosotros, así que un brote puede ocurrir en cualquier momento y cualquier lugar.
¿Cómo evitarlo? Con prevención, higiene, buenos hábitos y comportamientos indicados que nos permitan vivir más seguros y mejor. Estemos bien informados y comunicados.
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