Despedida del torero Ignacio Garibay

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Con el tiempo se ha venido acostumbrando que cuando los matadores de toros se pretenden retirar de su profesión, lo hagan con un tour de despedida en los diferentes cosos en los que han actuado; la temporada actual en La México tiene programadas varias de ellas. La próxima es con Juan José Padilla, la última corrida en su carrera del diestro jerezano, quien ya el 18 de noviembre se despidió en la plaza limeña de Acho, en son de triunfo.

Lo mismo aconteció en la misma plaza con Ignacio Garibay, a quien correspondió lo más potable del flojo encierro de La Estancia, en él lució con su instrumento para torear, con el sello que lo caracteriza como uno de los mejores de la historia, el capote.

Por supuesto que en la muleta también tuvo momentos brillantes que le valieron para que subiera de tono la emoción en La México, cuya banda de música solamente interpreta en el transcurrir de las corridas cuando un torero se despide en su ruedo y, desde luego, cuando toca la diana en son de aprobación, en cualquiera de los tres tercios de la lidia. Esta vez sonaron las melancólicas Golondrinas para enmarcar la faena del torero capitalino.

Dos trofeos, uno en cada astado, y el grito de ¡Torero, torero!, se los lleva en la mente Nacho con una trayectoria profesional que surcó la mayor parte de los países taurinos del orbe, sabiendo que, en el aspecto internacional, junto con Luis Procuna, es el único torero mexicano en conquistar el trofeo de El Señor de los Milagros que se disputa en Lima, en la plaza centenaria de Acho, en la que actualmente los empresarios mexicanos de Casa Toreros, en sociedad con peruanos, administran la empresa.

torero mexicano
Luis Procuna en su despedida en la Plaza México, 1974 (Foto: Paulina Lavista).

Ahora Nacho se encamina a despedirse en otras plazas y finalizar su carrera en la Feria de Aguascalientes, en 2019, plaza monumental que ha sido testigo de sus triunfos como el mejor, por ejemplo, de la edición 2016, en la que alcanzó gran éxito con un toro de Fernando de la Mora.

Nacho inició su trayectoria en la plaza de Arroyo y luego pasó por la Academia de Pastejé, donde su maestro fue David Silveti y, entre otros factores, en su despedida emotiva pudo alternar con el hijo de su maestro, aunque para Diego no lo fuera tanto, al estrellar su deseo de triunfo con la falta de celo de sus ejemplares.

Durante su carrera ha tenido como apoderados, entre otros, a Pablo Labastida, Antonio Corbacho, Chacho Vázquez y ahora, en este tramo final, se apoya en el buen subalterno Lupillo.

Con el francés Sebastián Castella existió algún punto de unión en el Encuentro Mundial de Novilleros que organizó Carlos Peralta por varios años. En la tarde de despedida de Nacho, el francés ofreció un regalo de la ganadería de Julián Hamdan, un dechado emotivo en su codiciosa embestida a los engaños, y si bien tuvo momentos de brillantez, su mal oficiar la suerte suprema sólo le valió para llevarse un trofeo otorgado por petición mayoritaria.

torero francés
Sebastián Castella, 2009 (Foto: Taty2007/CC).

La corrida del 18 de noviembre de 2018 en La México deja huella de la despedida de Garibay y del comportamiento emotivo del toro de Julián Hamdan.

La temporada empieza con el pie derecho, recordando la primera con la actuación soberbia de Diego Ventura y nos ofrece para la siguiente semana, en el renglón ganadero, la presentación de la ganadería de Arturo Gilio, matador consentido de la afición capitalina, para Arturo Macías con Leo Valadez a pie y, en el caballo, Andy Cartagena, autor de la faena de indulto al toro Copo de Nieve, de Reyes Huerta, primera en esa categoría en nuestro Embudo de Insurgentes.

Deseamos que se mantenga el ritmo, a triunfar se ha dicho, no hay de otra.

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