Si las amenazas comerciales del presidente electo Donald Trump se concretan durante su administración, las consecuencias derivarían en una recesión para la economía de Estados Unidos.
Durante su campaña electoral, Trump aseguró que de ganar la presidencia llevaría a revisión los acuerdos comerciales de Estados Unidos ante la Organización Mundial de Comercio, amenazando con salir del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN) y de cancelar acuerdos comerciales con Corea del Sur.
De acuerdo a analistas del Instituto Peterson de Economía Internacional (PIIE), las consecuencias económicas de una cancelación de acuerdos comerciales entre Estados Unidos y aliados, derivaría en una guerra comercial en contra del mercado norteamericano, lo cual se traduciría en una profunda recesión y condenaría a millones de estadounidenses al desempleo.
La investigación de los economistas Marcus Noland, Gary Hufbauer, Sherman Robinson y Tyler Moran señala que Trump cuenta con posibilidad de cumplir sus amenazas incluso sin la autorización del poder Legislativo, ya que cuenta con facultades ejecutivas para cambiar el curso de la política comercial de Estados Unidos y encaminar a la economía al rumbo que le plazca.
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Con base al artículo 2205 del TLCAN, cualquiera de los países miembros (México, Estados Unidos y Canadá) tienen la posibilidad de abandonar el acuerdo con previa notificación a los socios comerciales y la salida se concretaría seis meses después del aviso oficial; sin embargo, el que un socio se retire no implica la desintegración del acuerdo y este se mantendrá vigente entre los países miembros restantes.
De acuerdo con Gary Hufbauer, la intención de Trump es la de regresar las importaciones de Canadá y México al estatus de Nación Más Favorecida (MFN, por sus siglas en inglés). Bajo este estatus, los aranceles corresponderían al 3.5 por ciento mínimo, para productos como ropa o calzado, y se abre la posibilidad para que Estados Unidos imponga aranceles adicionales previa consulta con el Congreso.
Ante las amenazas de Trump en materia comercial, el presidente Barack Obama ha advertido que de cumplirse, las consecuencias serán más desfavorables para Estados Unidos de las que se plantean.
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“Una vez que gobiernas, va a ser crecientemente aparente que sólo para eliminar acuerdos comerciales con México, por ejemplo, hay que tomar en cuenta que hay una cadena global de suministro”, dijo Obama en conferencia a medios después de las elecciones.
El PIIE añade en su investigación que si a pesar de las advertencias, la administración de Trump decide aplicar aranceles hasta de un 35 por ciento a productos importados de países como China y México, el impacto en la economía de Estados Unidos sería significativo, perjudicando las industrias de estados como Washington, con una pérdida de 5.0 por ciento de empleos privados, seguido por California, Connecticut, Indiana, Illinois, Kentucky, Maryland, Massachussets, Michigan, Minnesota, Nueva Hampshire, Nuevo México, Nueva York, Carolina del Norte, Ohio, Pensilvania, Rhode Island, Texas, Utah y Vermont.
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Las políticas de Donald Trump que lo llevaron a vencer a Hillary Clinton y le dieron su pase a Casa Blanca, mantienen en incertidumbre a los mercados internacionales, siendo la economía mexicana la más afectada por su estrecha relación comercial y geográfica.
Trump, quién tiene una visión empresarial, aseguró que marcará límites físico y comerciales con su socio del sur y que establecerá medidas estrictas, calificando la firma del TLCAN como un abuso en contra de los intereses de Estados Unidos.
