Donald Trump busca bajar impuestos para beneficiar a empresas y ciudadanos

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Donald Trump busca bajar impuestos para beneficiar a empresas y ciudadanos,  por lo cual se esperan cambios en el código tributario para aligerar las cargas.

Ciudad de México.- En medio de presiones de todo tipo y con la necesidad de ofrecer a su población algún beneficio inmediato y palpable, Donald Trump busca bajar impuestos y cumplir con su promesa de campaña que hizo en 2016, en donde aseguró que siendo presidente de los Estados Unidos reduciría la carga tributaria.

De esta manera, algunos medios como The Wall Street Journal, aseguran que las nuevas modificaciones fiscales incluyen la disminución del Impuesto Sobre la Renta (ISR) de las empresas de 35 a 15 por ciento, lo mismo que a nivel individual.

Así, Donald Trump busca bajar impuestos para beneficiar a empresas y ciudadanos, con lo que además también intenta darle un impulso a la creación de empleos, el crecimiento económico y atraer más inversiones para lograrlo.

Según señaló El Financiero, “Trump está convencido de que EU puede lograr un crecimiento económico sostenido de tres por ciento o más, lo que pagaría los recortes de impuestos junto con ‘billones de dólares’ repatriados de paraísos fiscales”.

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Estos cambios tributarios incluirán también un recorte de impuestos para la clase media y baja, así como otros a la clase empresarial; lo mismo que una mayor simplificación del código fiscal y medidas más flexibles para atraer inversiones.

Sin embargo, estas modificaciones a su sistema tributario no incluyen todavía el “controvertido impuesto ajustado a la frontera (conocido también como BAT)”, por lo que no se prevé un impacto directo a la economía mexicana luego de que Donald Trump busca bajar impuestos y cumplir con su promesa de campaña.

Según lo considera Luis Foncerrada, director del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), estas medidas no garantizan a las empresas beneficios a largo plazo, además de que esto afectará más a la economía interna de los Estados Unidos, ya que “no tiene mucho margen en su déficit como para sacrificar hasta 180 mil millones de dólares en ingresos anuales por este concepto”.

 

 

 

 

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