Buscando agarrase de otra rama antes de sentirse más confiados para soltar la del TLCAN, el gobierno mexicano afianza su relación comercial con el gigante asiático, China.
“No todo es Norteamérica” dijo recientemente el titular de Hacienda ante los riesgos de la desaparición del TLCAN y respaldando esta postura, el presidente Peña confirmó su visita a China, en tiempos de la segunda ronda de negociación.
El presidente estadounidense se ha jactado del poder que tiene de sacar a su país del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA, por sus siglas en inglés), como medida de presión para que sus socios comerciales sentados a la mesa de negociación (México y Canadá) accedan a sus caprichos comerciales; sin embargo, las cosas podrían no ser tan fructíferas en su estrategia y la cancelación del TLCAN podría resultar perjudicial para su economía.
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Buscando agarrase de otra rama antes de sentirse más confiados para soltar la del TLCAN, el gobierno mexicano afianza su relación comercial con el gigante asiático y concreta la visita de Estado del presidente Enrique Peña Nieto a China para reunirse con su igual de China, Xi Jinping.
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SER) informó que el presidente Peña Nieto participará en un Diálogo de Economías Emergentes y en un Foro de Negocios, el 4 y 5 de septiembre en Xiamen, en el marco de la IX Cumbre BRICS, al que pertenecen Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, y agregó que el 6 de septiembre visitará a la mayor firma de comercio electrónico china, Alibaba, en Hangzhou.
El Gobierno de México y Alibaba trabajan para lograr que firmas mexicanas puedan incorporar sus productos y servicios a la plataforma comercial de la gigante china, que cuenta con más de 500 millones de consumidores en diferentes países del mundo.
