Las condiciones laborales que prevalecen a nivel general en México han hecho que cada vez menos personas no busquen empleos formales o que estén interesados en las ofertas de trabajo que existen en el mercado, algo que puede impactar en el desarrollo económico del país y en el aumento de la informalidad.
Ciudad de México.- A pesar de que las cifras oficiales señalan que en lo que va de este sexenio se han creado 3 millones 133 mil 980 empleos, estos no ofrecen las condiciones que buscan las personas para lograr un desarrollo integral y mucho menos la posibilidad de obtener ingresos suficientes para cubrir todas sus necesidades.
Esto ha generado que cada vez menos personas busquen empleos formales o que estén interesados en las ofertas que encuentran en el mercado, por lo que tasa de participación laboral, un indicador oficial que mide el desempeño en este sector, registra números a la baja.
De acuerdo a cifras de El Financiero, actualmente “se ubica e en 59.40 por ciento y su descenso ha estado acompañado de un incremento en la precarización del mercado laboral”, algo que no se había visto desde la crisis del 2008.
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Esto ha tenido un impacto también en el aumento de la informalidad, ya que como señala #SemáforoEconómico de México, ¿Cómo vamos?, “a pesar de diversos programas diseñados para fomentar la formalización del empleo, los costos de formalización aún son altos” y más cuando las condiciones no son atractivas.
Tal como lo señala Eduardo Loria, coordinador del Centro de Modelística y Pronósticos Económicos (CEMPE) de la UNAM, “mucha gente prefiere no entrar al mercado laboral porque su perspectiva es que le van a pagar muy poco, en condiciones de demasiadas horas de trabajo”.
Esto también se ve reflejado en el número de horas que tiene que trabajar una persona, que según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), “7.2 millones de trabajadores laboran bajo condiciones precarias”, que incluyen horarios de más de 35 horas semanales con pagos de un salario mínimo o “jornadas mayores a 48 horas, ganando hasta dos salarios mínimos”.
La política salarial apoya las reacciones del mercado laboral, se considera que un cambio podría despegar o destrabar el círculo vicioso de mucha demanda- poca oferta laboral igual a bajos salarios.