El panorama es incierto y existen muchos factores que ensombrecen el cierre de año para la economía nacional, ya que se acercan momentos de toma de decisiones claves para tratar de que la inflación no siga subiendo, de controlar el tipo de cambio y que el peso no tenga caídas abruptas; por lo que las autoridades monetarias tienen un complicado reto con miras a que el paso hacia el nuevo año no tenga mayores complicaciones.
Ciudad de México.- El entorno sigue siendo complicado y se refuerza esta sensación por eventos como las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), las elecciones presidenciales y la posible aprobación de la reforma fiscal en los Estados Unido, por lo que la economía nacional está sujeta a estos vaivenes que pueden cambiar la ruta de manera inesperada.
Uno de los principales retos para las autoridades económicas es controlar el alza de la inflación y a pesar de que confían que este periodo donde rebasa el 6 por ciento es coyuntural, los efectos en los precios de los productos básicos es evidente y preocupante para las familias.
En este sentido, el nuevo gobernador del Banco de México (Banxico), Alejandro Díaz de León, reconoció en entrevista con El Financiero que en 2018 “enfrentamos un entorno aún adverso y con factores de riesgo importantes”, entre lo que destacó el alto nivel inflacionario, sobre todo en algunas frutas y verduras; así como en combustibles como el gas LP y las reacciones del mercado con respecto a la liberalización de los precios de las gasolinas en todo el país.
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Tasas de interés y tipo de cambio
Para frenar esto, un análisis de Credit Suisse Group AG, señala que Banxico deberá subir la tasa de interés si la inflación se mantiene por encima del 6 por ciento, pero esto “tenderá a producir un efecto recesivo sobre la economía” y “afectará las optimistas proyecciones sobre el crecimiento”.
Incluso muchos analistas no descartan un alza en la tasa de interés el próximo 14 de diciembre, ya que de acuerdo a CIBanco, “los riesgos se han complicado y ahora surge la incógnita de cómo evitar que las empresas no suban los precios más de la cuenta”, afectando aún más la economía de las familias en una época clave para fortalecer el consumo interno.
Por otro lado, la incertidumbre sobre la cotización del peso en mercado bursátil sigue siendo muy amplia, ya que entre la posibilidad de que el TLCAN llegue a su fin o de que no se alcancen acuerdos positivos, además de la aprobación de la reforma fiscal en Estados Unidos, la moneda mexicana sigue sufriendo y perdiendo estabilidad.
Tal como lo señala un reporte de Finamex Casa de Bolsa, juntándose estos dos factores, el tipo de cambio podría llegar a cotizarse hasta 22 pesos por dólar, algo que tendría también impactos negativos sobre la economía nacional.
Con todo esto, el cierre de año es trascendental para mantener una estabilidad económica y sobre todo, que las condiciones de las familias no se deterioren aún más, algo que debería ser uno de los principales objetivos de las políticas monetarias y financieras del gobierno actual y el entrante.
