Ante el actual escenario electoral, mucho se ha hablado sobre la postura precavida que podrían asumir los inversionistas ante la llegada del próximo gobierno, pero la realidad indica que aumentó la salida de capitales en este sexenio a pesar de reformas estructurales.
Ciudad de México.- Los inversionistas mexicanos han mantenido una estrategia de salida de capitales del país de manera constante en este sexenio y según cifras del Banco de México (Banxico), entre enero de 2013 y marzo de 2018 suman 113 mil 563 millones de dólares.
En ese mismo periodo, solo ingresaron al país 14 mil 964 millones de dólares, por lo que el total de recursos que fueron transferidos a cuentas en el extranjero fue de 98 mil 598.9 millones de dólares, una cifra que casi quintuplica los 21 mil 417.3 millones que abandonaron el país entre enero de 2007 y marzo de 2012.
De acuerdo a datos de Banxico, esto “equivale a tres cuartas partes del ingreso de divisas por remesas”, que en lo que va del sexenio suman 133 mil 524 millones de dólares; y también es el “equivalente a 71 por ciento de los recursos captados por exportación de crudo” que fue de 138 mil 692 millones de dólares entre enero de 2013 y marzo de 2018.
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Razones internas de la salida de capitales
Estos números contrastan con lo que fueron las expectativas del país en cuanto a lo que representan las reformas estructurales, en donde sobre todo la energética y la de telecomunicaciones, modificaron las condiciones de mercado y alentaron las inversiones extranjeras.
Pero factores políticos internos pudieron influir para acelerar la salida de capitales nacionales pesar de las reformas estrucuturales, ya que como lo explica Guillermo Aboumrad, director de Estrategia de Mercados en Finamex Casa de Bolsa, se creó un ambiente de desconfianza y poca credibilidad.
“Los escándalos de corrupción e inseguridad que privaron en la administración alimentaron el desaliento de la población mexicana”, señaló el directivo, pero este escenario “también han opacado las fortalezas que sí representan las reformas estructurales que logró impulsar y echar a andar esta administración, cambios que efectivamente establecen las bases para atraer más inversión privada a la economía”.
TLCAN y reforma fiscal de Estados Unidos
Otro factor que impulso esta salida de capitales mexicanos es la incertidumbre que se ha generado con las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y aunado a esto, la implementación de la reforma tributaria en los Estados Unidos.
Una menor tasa impositiva ha hecho que las empresas mexicanas que tienen inversiones en el país vecino del norte, hayan trasladado parte de su capital a bancos estadounidenses tratando de aprovechar el momento de coyuntura que se ha abierto con estos cambios en las regulaciones fiscales.
¿Qué le espera a México?
México podría seguir con esta tendencia de salida de capitales, según lo considera el Banco de México, ya que asegura que “persiste el riesgo de una reducción significativa en los flujos de capital e incluso en un caso extremo, la posibilidad de un periodo de salidas de capital”.
En ese sentido, un análisis de Banco Santander anticipó que durante el primer semestre de este año, existirá menos entrada de inversión extranjera, debido al “nerviosismo que existirá por las elecciones presidenciales y por la prolongación de la renegociación comercial”.
Finalmente, el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF) asegura que “el mayor riesgo para México sería la gradual erosión de los fundamentales macroeconómicos en la ausencia de fuerzas políticas que puedan compensarlo para restaurar la confianza de los inversionistas”.
