A pesar de ser uno de los sectores con mayor dinamismo e inversiones, el futuro es incierto y los proyectos comienzan a pausar su ritmo, debido a que el TLCAN y la amenaza de aranceles complican el panorama de la industria automotriz nacional.
Ciudad de México.- México enfrenta un doble frente de batalla con Estados Unidos en el tema del sector automotriz, ya que por un lado se encuentra el poco avance en las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y por el otro, la amenaza de aranceles a autos producidos en el país.
El problema real radica en que las decisiones del gobierno de Donald Trump son hasta cierto punto impredecibles y en ese sentido, la combinación de estos factores de riesgo hace que la industria automotriz nacional sufra de una reducción de inversiones y de proyectos productivos.
Ante la estrategia de coacción que ha implementado Estados Unidos con respecto a los aranceles de diversos productos, en donde ha aumentado la posibilidad de que también aplique un impuesto de 25 por ciento los autos nuevos, la situación ha entrado en un campo de batalla de dimensiones globales.
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Afectaciones a la industria mundial
Según Moody’s Investors Service, el nivel de peligrosidad que conllevaría una decisión de este tipo es muy alto y afectaría a toda la industria mundial, en donde México está inmerso de manera importante debido a que es un país estratégico para las principales armadoras internacionales.
De esta manera, los aranceles que pretende imponer Estados Unidos “serían negativos para prácticamente todos los segmentos de la industria automotriz en el mundo, como fabricantes, proveedores de autopartes, distribuidores y compañías de transporte”, dijo la calificadora.
Y en el caso de México, las consecuencias económicas serían mayores, ya que “las plantas establecidas en México saldrían muy afectadas”, asegura en un reporte que retoma Notimex.
Y además, “los gravámenes también afectarían la economía nacional en general, ya que la industria automotriz representó 2.9 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del país”.
Reducción de inversiones
Este ambiente de incertidumbre y amenazas ya tuvo un impacto en los niveles de inversión que se registraron en la industria automotriz a nivel nacional, ya que en el primer trimestre del año se presentó una reducción significativa en este rubro.
Según la Secretaría de Economía (SE), en los tres primeros meses de 2018 llegaron al país 639.2 millones de dólares para ser ubicados en proyectos de la industria automotriz, pero esto representó una baja de 67 por ciento frente a un periodo igual en 2017.
Además, también es la menor cifra para un lapso de tiempo similar desde el 2006, lo que hace suponer que dado el poco avance en las negociaciones del TLCAN, en donde el tema de las reglas de origen ha sido uno de los más polémicos, ya ha tenido un efecto negativo en este rubro.
Según considera Brais Álvarez, analista de la práctica automotriz de J.D. Power México, “la renegociación del TLCAN es uno de los puntos más importantes para la industria, pues también está en discusión la ley laboral en México, que es uno de los puntos más relevantes para las automotrices”.
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General Motors va contra corriente
En ese sentido, mientras el grueso de la industria automotriz maneja con cautela sus proyectos e inversiones para México, General Motors Company (GMC) anunció que aumentará la producción de su modelo Chevrolet Blazer en nuestro país, a pesar de las presiones y amenazas de Trump.
Según un comunicado de GMC, “producir en México permite ser competitivos frente a sus rivales asiáticos y europeos”, por lo que han invertido alrededor de 7 mil millones de dólares durante el actual sexenio para aumentar la producción de sus plantas de Silao, Guanajuato; Ramos Arizpe, Coahuila; San Luis Potosí y el Estado de México.
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