“Canadá no firmará un mal acuerdo comercial para los canadienses” aseguró el primer ministro Justin Trudeau en medio de la tensa negociación del TLCAN.
Ottawa.- El gobierno canadiense tiene bien claro lo que quiere y necesita para su mercado y no está dispuesto a ceder en temas que podrían perjudicar a sus sectores, incluso si esto implica una derogación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) actualmente en proceso de renegociación con los mercados de Estados Unidos y México.
La negociación del TLCAN (NAFTA; por sus siglas en inglés) ha sufrido de accidentados momentos en los que se ha hecho palpable el riesgo de una derogación. Sin embargo, un acuerdo comercial logrado entre Estados Unidos y México allanó el camino para que los negociadores de Canadá regresaran a la mesa, a la espera de lograr una modernización trilateral del documento que ha regido el mercado norteamericano desde 1994.
A pesar de la buena voluntad mostrada por el gobierno de Justin Trudeau, el primer ministro canadiense ha sido claro en su postura y en sus últimas declaraciones aseguró que quiere ver flexibilidad de Estados Unidos para llegar a un acuerdo para renovar el TLCAN.
“Sé que los conservadores están preocupados y señalan que necesitamos firmar un acuerdo, incluso, si éste es un mal acuerdo, pero no haremos eso, no firmaremos un mal acuerdo para Canadá y los canadienses”, aseguró Trudeau en Ottawa.
Tanto Canadá como Estados Unidos están intentado acercar sus posturas sobre los mecanismos de resolución de disputas y lidiar con las demandas de Donald Trump; pero, el gobierno de Trudeau no está dispuesto a firmar un documento que no genere beneficios para sus productores y no sacrificará sus mercados por mantener el acuerdo.
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¿Qué es lo que defiende Canadá?
Ante el parlamento en la Cámara de los Comunes, Trudeau indicó que su equipo de negociación encabezado por Chrystia Freeland y por el negociador técnico, Steve Verheul, se asegurará que el acuerdo que se alcance sea bueno para los canadienses, “si no hay un buen acuerdo sobre la mesa, no lo firmaremos”, agregó.
Por su parte, la canciller canadiense, Chrystia Freeland, indicó que su trabajo es defender los intereses de su nación y esa postura la mantendrá hasta el final de la negociación.
“A mí me pagan en dólares canadienses. A los legisladores de Estados Unidos les pagan en dólares estadunidenses. Mi trabajo es defender los intereses nacionales. Eso es lo que hemos hecho desde el primer día y eso es lo que vamos a continuar haciendo”, sostuvo al ser cuestionado sobre las presiones de los demócratas por alcanzar un acuerdo comercial antes de las elecciones internas de Estados Unidos.
Ottawa quiere mantener en el TLCAN la cláusula de excepción cultural y se niega a aceptar la presión de Estados Unidos sobre la extensión de patentes.
Además, se niega a ceder ante la demanda de Estados Unidos de un mayor acceso al mercado lácteo de Canadá.
La administración estadunidense ha impuesto a Ottawa una nueva fecha límite, el 30 de septiembre, para cumplir con sus tiempos políticos de renovación del Congreso, fecha que también permitiría a México que el acuerdo se firmara antes de la entrada del nuevo gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el 1 de diciembre.
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Cruciales son los días restantes para que Canadá pacte el TLCAN con México y Estados Unidos. Imprescindible la flexibilidad americana para tener un foro tripartita de resolución de controversias . Para la industria láctea y la de madera-forestal podrán tener Canadá y USA anexos de negociación, para no afectar el pacto tripartita. Los tiempos políticos en los tres países pesan, así como los sectores de agronegocios. Por Geopolítica y beneficios económicos-sociales y políticos ojalá se logre el NAFTA_mercado más grande del mundo_