Los expertos parecen estar de acuerdo en que no hay grandes cambios de fondo en el acuerdo alcanzado y sí una amalgama del antiguo TLCAN más cláusulas ya existentes en el TPP.
Tras varios meses de tensas negociaciones, este domingo por la noche se dio a conocer que los tres países firmantes del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) habían llegado a un acuerdo para preservar el convenio trilateral.
Poco después, el presidente Donald Trump anunció que el TLCAN sería sustituido por un nuevo tratado: el Acuerdo Estados Unidos, México y Canadá (USMCA, por sus siglas en inglés), un acuerdo que, dijo, será “mucho mejor” que el anterior.
¿Verdaderos cambios?
La noticia de un acuerdo entre Canadá, México y EU ha traído cierto alivio a diversas industrias que dependían del TLCAN. Ahora, el acuerdo será enviado a los congresos de cada uno de los países, que tendrán 60 días para revisarlo y proponer cambios o aprobarlo.
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Mientras tanto, Donald Trump también parece tener un poco de renovado aire, al cumplir con una de sus principales promesas de campaña, renovar “el peor acuerdo económico de la historia de Estados Unidos”.
Pero ¿de verdad es un cambio de paradigma o sólo una versión maquillada del TLCAN? Los expertos parecen estar de acuerdo en que no hay grandes cambios de fondo en el acuerdo alcanzado y sí una amalgama del antiguo TLCAN más cláusulas ya existentes en el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP) entre 12 naciones, del que Trump retiró a Estados Unidos.
Leche de EU en Canadá
En el acuerdo actual, se ha preservado un mecanismo de solución de controversias impulsado por Canadá, a fin de proteger su industria maderera y otros sectores de los aranceles de EU.
Con este mecanismo, los países integrantes pueden solicitar la conformación de paneles binacionales independientes cuando consideren ser víctimas de decisiones comerciales desleales por parte de otro miembro del acuerdo.
Pero a cambio, Canadá acordó brindar a los productos lácteos de EU un acceso del 3.5% de su mercado doméstico, de aproximadamente 16,000 millones de dólares al año. Esto significa que los productores lácteos canadienses se verán perjudicadas, por lo que su gobierno prepara un plan de compensación.
Menos vehículos
Canadá y México acordaron mantener un cupo de 2,6 millones de vehículos exportados a EU, en caso de que se impongan aranceles de autos globales de un 25% por motivos de seguridad nacional. Esta cuota, se estima, permitiría un crecimiento de las exportaciones de autos libres de aranceles desde Canadá.
También se requerirá que para poder ser exportado sin aranceles, 75% de un vehículo tiene que ser producido en uno de los tres países (en la actualidad se exige sólo un 62,5%). Este cambio beneficiaría a los sindicatos y trabajadores, pero afectaría a los proveedores mundiales de la industria automotriz.
Acuerdo sujeto a revisiones
Finalmente, el nuevo acuerdo suscribe que tendrá una duración de 16 años, pero será sometido a revisión cada seis.
Cabe destacar que esta medida no significa la expiración automática del tratado, como proponía, EU, sino que además incluye un anexo en el que las partes se comprometen a adoptar normas y prácticas laborales conformes a lo establecido por la Organización Internacional del Trabajo.
Todavía hay riesgos
A pesar de que la mayoría de los cambios en el USMCA parecen ser sólo de forma, lo cierto es que el llamado TLCAN 2.0, afirman economistas, cuenta con riesgo de que EU imponga más exigencias regulatorias a las empresas, entre ellos los fabricantes de automóviles, y perjudique en lugar de ayudar a la competitividad de América del Norte frente a la competencia de China.
Con información de BBC