¡Cuidado! La afición por comprar se puede convertir en un problema grave

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Salir a los centros comerciales sin ningún fin específico y volver a casa lleno de bolsas es una situación muy común en ciertas personas y con el pretexto de que eran “ofertas irresistibles” o que “aprovecharon” una súper rebaja, la afición por comprar se puede convertir en un problema grave a nivel financiero y también de tipo emocional para estas personas.

Ciudad de México.- Ir de “shooping” es una de las actividades que más disfrutan algunas personas y que se ha vuelto un esparcimiento generalizado, pero todo tiene un límite y cuando las cosas se salen de control, la afición por comprar se puede convertir en un problema grave que afecta a todo el entorno cercano de las familias y es considerada incluso como una patología adictiva.

La mayoría de las personas saben hasta dónde pueden y deben comprar y por más que deseen algo, hay ocasiones en donde postergan su adquisición o definitivamente la borran de su lista de deseos, pero para algunos esto es imposible y pagan por  lo que desean sin importar las consecuencias.

El Centro de Asistencia Terapéutica de Barcelona (CAT), ha definido a estas personas en el perfil de los “shopaholics” o los adictos a las compras y señala que “comparte algunos rasgos con las conductas adictivas particularmente con la ludopatía o adicción al juego”, así como a los trastornos del control de los impulsos, como la cleptomanía o la piromanía.

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De esta manera, la afición por comprar se puede convertir en un problema grave para estas personas cuando se convierten en adictas o pierden el control de sus acciones, ya que esto tendrá una consecuencia de tipo económico, con deudas que crecen de manera irremediable y no cuentan con un plan de pago, así como en el equilibrio emocional.

Y aunque el primer sentimiento luego de las compras es de satisfacción y euforia, estas pasan muy rápido y pronto se entra en una espiral descendente en las emociones que llevan a la irritabilidad, decepción, ansiedad y sentimientos de culpa muy profundos llevando a un estado de depresión profunda.

Lo malo de esto es que es progresivo y al inicio el hecho de comprar cosas parece una actividad normal y una afición que se comparte con el grueso de la sociedad, ya que como dice el CAT, “todos somos no sólo compradores, sino compradores excesivos”.

Por lo que hay que plantearse desde un principio límites y tratar de respetarlo, así como lo recomienda el sitio Dinero en Imagen, plantearse preguntas como si lo que se va a compras sirve para cubrir una necesidad inmediata y un cuestionamiento claves para prevenir caer en situaciones peligrosas es: “¿voy a comprar esto porque lo quiero o lo necesito de verdad o porque estoy intentando de llenar una inseguridad?”

 

 

 

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