Tanto el género como la edad pueden representar una limitante para obtener un trabajo, sin embargo, Barbara Beskind es una mujer de 91 años, que rompe los paradigmas al ser parte de un equipo de trabajo en Silicon Valley.
Ciudad de México.- Desde los 10 años, Barbara Beskind soñó con ser una inventora, sin embargo, en la universidad tuvo que cambiar sus sueños debido a que las mujeres no tenían permitido estudiar una ingeniería, por lo que optó por la carrera de economía del hogar.
Al graduarse en Artes Aplicadas y Diseño en la Escuela de Economía del Hogar de la Universidad de Syracuse en 1945, fue aceptada en el programa de entrenamiento de Terapia Ocupacional (TO) del Ejército, un momento importante ya que representaría el lanzamiento de su carrera. En una entrevista para la BBC Mundo, Beskind comenta
En esa época las terapeutas ocupacionales utilizaban materiales de artesanía – curtiduría, telares y carpintería- para activar las manos y piernas de los pacientes que regresaban de la guerra”.
La pionera
Para 1966, se retiró del Ejército como comandante para dar paso a la práctica privada, convirtiéndose en la primera terapeuta ocupacional en Estados Unidos. “Siempre fui pionera”, sostiene Beskind.
Luego de la invención de una almohada para proteger a los pequeños de caídas, de construir un edificio para brindar servicios de psicoterapia, de ser asesora estudiantil y de regresar al colegio para aprender a dibujar, es en 2013 cuando mirando en el televisor a David Keller, fundador de la firma de diseño IDEO, en el programa de 60 Minutos pensó que tenía mucho que aportar en la labor de Keller.
“Tengo una experiencia de vida y habilidades de diseño muy singulares. Puedo ser de valor para su firma”.
Conquistando a Silicon Valley
Beskind relata que escribió una carta a máquina, la cual quizás captó su atención ya que es común recibir cartas enviadas vía el correo ordinario. “Pero sufro de degeneración macular así que no puedo usar computadoras”.
Una semana después, recibió una respuesta: era la ideal para diseñar implementos que pudieran ser útiles para la gente mayor. Luego de reunirse con unas cuantas personas, notó que la sala se llenaba con al menos 35 personas entre diseñadores e ingenieros, sin saberlo fue presentada como conferencista en donde contó su historia.
Después se convirtió en asesora para equipos y para el diseño de productos y servicios para la gente mayor y la comunidad de baja visión.
Cada jueves camino tres calles hacia la estación de tren. Llego ya sea a la oficina de IDEO en Palo Alto o a la de San Francisco como a las 10:00 de la mañana y a menudo me siento en el mismo sofá para que todos sepan dónde pueden encontrarme”.
Aunque sufre de algunos problemas de visión y se apoya en dos palos de ski modificados para caminar, es uno de los elementos más importantes para IDEO puesto que, inspira al resto de los trabajadores e incluso a estudiantes que la han recibido en sus universidades para pláticas de diseño tecnológico
Por María Navarro
