Como parte de una medida que busca impedir la ordeña de gasolina, ahora los ductos de Pemex distribuirán un producto semiterminado, por lo que la falta de aditivos en ese producto, de ser usado en automóviles, arruinaría los motores en un corto plazo.
Ciudad de México.- Petróleos Mexicanos (Pemex) busca detener el robo de gasolina en ductos de la paraestatal, estimado en 17 mil millones de pesos al año. Para lograrlo imitará una práctica que llevan a cabo países como España o Francia, y es la de distribuir un producto semiterminado a través de sus ductos, por lo que de usarse en vehículos, dañaría el motor porque se trata de un combustible sin aditivos.
ACTUALMENTE SE CONSUME ENTRE 800 MIL BARRILES PROMEDIO DIARIO. PUEBLA, LA CIUDAD DE MÉXICO Y EL ALTIPLANO, SON LAS ÁREAS DONDE SE CONSUME ENTRE 140 A 160 MIL BARRILES POR DÍA.
De acuerdo a Francisco Fernández Lagos, subdirector de distribución de Pemex, la medida constará de la distribución de un producto semiterminado, que en el destino final se le dará la calidad de acabado. “Su color, calidad (…) habrá mayores controles en el recibo o factura que se va a estar emitiendo”.
“Con laboratorios móviles se revisará la calidad entre lo que se venda y el producto que estamos distribuyendo por ductos”, aseguró el funcionario en entrevista para Enfoque, al recordar que la estrategia implementada es en respuesta a que normalmente lo que transportan diariamente, a través de diferentes medios de transporte, “el principal es el ducto, pues por el circulan casi un 82 por ciento de lo que transportan diariamente y que son 3.5 millones de barriles, casi 55 millones de litros diarios.
Al referirse a las consecuencias que habrá en los vehículos que usen este combustible semiterminado, Fernández señaló que “lo que va a ocasionar, para el diésel, van a fallar las bombas de inyección y los inyectores”, por lo que recomendó evitar el uso de gasolina robada, y acudir a una gasolinera, donde se tiene que pedir el comprobante.
Para la procuradora federal del Consumidor Lorena Martínez, la medida “es una extraordinaria noticia porque uno de los problemas, es que el robo de combustible es un indicador que confunde a las autoridades a la hora de que un gasolinero compra producto robado, pues disimula en sus sistemas y controles tanto de Pemex como de Hacienda (…) esto va a permitir cerrar la pinza entre los dispositivos de Pemex para medir la gasolina que venden, contra lo que le compran, y permite identificar a las gasolineras que compran gasolina robada”.
