Ha surgido una nueva visión de empresarios en donde no solo basan sus proyectos en lo redituable que puedan ser a nivel financiero, sino también desde una perspectivo en donde tenga un impacto positivo a nivel social y que colabore de cierta manera en mejorar la calidad de vida de las personas, por eso algunos emprendedores pueden ser el puente para reducir la desigualdad social en México.
Ciudad de México.- Para nadie es un secreto que México vive una situación de desigualdad social histórica que no se ha podido superar con los programas oficiales ni con las políticas públicas implementadas hasta ahora y según cifras de del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), actualmente hay 53 millones 418 mil 151 personas que viven en situación de pobreza.
Pero en este sentido, la labor de la sociedad es fundamental para tratar de ir generando una dinámica más inclusiva en donde se pueda ofrecer herramientas que mejoren en cierto sentido la calidad de vida de estas personas, que representan el 43.6 por ciento del total de la población en México.
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Tal como lo señala el sitio Entrepreneur, “necesitamos de proyectos con capacidades exponenciales, que en el corto plazo sean capaces de accionar cambios profundos: es aquí donde los emprendedores de alto impacto pueden ser un gran detonador de progreso”.
Es en este sentido en donde la visión de los emprendedores sociales cobra mayor relevancia, ya que es con sus propuestas innovadoras las que pueden solventar las necesidades de las personas, desde modelos de producción, distribución y comercio justo; hasta llevarles servicios básicos como sistemas de construcción eficiente y segura, luz eléctrica o internet, para que tengan acceso a las nuevas tecnologías y en ese sentido abrirles también sus posibilidades de desarrollo.
La tarea no es fácil, pero luego de los sismos de septiembre pasado, la sociedad demostró que se puede organizar, ayudar y sobrepasar los límites establecidos, algo que puede ser el detonante de una colaboración más activa y efectiva para ayudar al país a superar los grandes retos que aún no se pueden solucionar.
