Expertos consideran que ante los cambios que experimenta el mercado, las empresas deben fomentar el desarrollo humano e inclusivo de sus empleados.
Ciudad de México.- Las exigencias de los trabajadores son cada vez mayores con respecto a las condiciones laborales y de oportunidades de crecimiento, por lo algunos expertos consideran que las empresas deben fomentar el desarrollo humano e inclusivo de sus empleados.
Reunidos en el Inclusive Growth Summit, evento organizado por el Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresas (IPADE), especialistas del ramo empresarial hicieron un análisis sobre las nuevas tendencias que marca el ámbito laboral y la necesidad de desarrollar modelos más respetuosos de los individuos.
Para Arturo Picos, director de la cátedra Carlos Llano, en el IPADE Business School, las empresas deben fomentar el desarrollo humano e inclusivo, que recupere valores fundamentales y creen entornos colaborativos profundos.
“El desarrollo inclusivo es una apuesta por darle a las empresas una calidad solidaria y colaborativa para un nuevo paradigma de productividad, en el que la comunidad de intereses se impone a la competencia”, dijo el académico.
Así, las empresas deben fomentar el desarrollo humano e inclusivo, en donde los empelados dejen de ser “solo números” para convertirse en individuos de valor único, señaló Luis Romera, rector saliente de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, Roma.
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Según declaraciones que retoma Notimex, el directivo considera que es necesario “imponer los valores humanos y la cultura de lo humano, superando la cultura del anonimato”.
Esto para fomentar “más participación y protagonismo de las personas, no sólo en las sociedades en su conjunto, sino en las empresas y en todos los ámbitos de la actividad humana”, subrayó Luis Romera.
Finalmente, el elemento clave que permitirá este tipo de modelos es mejorar la educación en todos los sentidos, para ofrecer oportunidades de desarrollo a más sectores de la sociedad, así lo considera Luis Ravina, director del Centro de Desarrollo Internacional de la Universidad Navarra.
“La mejor solución contra la pobreza es la educación, pues está comprobado que esto genera violencia que afecta a muchos países con niveles altos de marginación y bajos índices educativos”, apuntó.
Esto también permitirá que mayores sectores de la sociedad puedan tener acceso a avances tecnológicos y con ello aspirar a mejores empleos, en un marco de mayor igualdad en los entornos empresariales.
