En el trabajo elige tus batallas… también la forma de afrontarlas

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Las relaciones, especialmente las laborales, tienden a volverse conflictivas. Acarrear drama innecesario puede resultar en enojos inservibles, soluciones nulas y un aumento de estrés, al mismo tiempo que merma tu eficiencia dentro de la oficina.

Ciudad de México.- La importancia de mantener un sentido de comodidad en el trabajo radica en que esto impacta directamente en el desempeño laboral. Por otro lado, nunca puede resultar grato saber que se tiene que llegar cada día a una oficina conflictiva, en dónde de antemano sabes que terminarás sintiéndote enojado o frustrado.

Quizás no puedas solucionar cada aspecto que genera conflicto dentro de tu lugar de trabajo, pero si puedes elegir la forma en la que libras esas peleas que suelen generarse. La clave para mantener sana cualquier relación, es la comunicación efectiva.

 1.- Mantén la Calma y Continúa
Cuando sientes que la sangre te hierve y, sinceramente, no puedes recordar por qué comenzó la pelea, en primer lugar detente. Jonathan Alpert, psicoterapeuta estadounidense, dice: “es imposible ser lógico cuando te enfureces, ni si quiera hablemos de lo empático (…)” Cuando esto ocurre, se debe dejar la conversación de lado y retomarla cuando todos los participantes se sientan mas relajados. Si no puedes dejar de gritar, quizás aun no estás listo para retomar la conversación.

2.- Conoce tu Objetivo
Antes de que se retome la conversación, Alpert recomienda que pienses en lo que quieres lograr con esta: ¿quiero descargar mi enojo? o ¿quiero trabajar en una solución para este problema? Concéntrate en encontrar una solución positiva, esto amplía la posibilidad a que escuches y pienses al respecto de lo que esta ocurriendo.

3.- Se Conciso
No traigas viejos problemas a esta conversación; resuelve una cosa a la vez. Mantén tus argumentos cortos, dos o tres declaraciones a lo mucho, de esta forma no parece que intentas dominar la conversación y será mas fácil para la contraparte entender lo que estas diciendo.

4.- Define lo que necesitas
Se específico, si deseas que la otra persona entienda lo que te genera conflicto, no divagues o intentes que “lo reflexione”, se claro en cuanto a lo que esta sucediendo. Si te molesta que entregue los papeles que necesitas para trabajar siempre tarde, di eso en lugar de discutir acerca de la consideración que tiene por otras personas. Evita palabras como “siempre” o “nunca”, que pueden llegar a generalizar un problema, resultan injustas y poco ayudan a que el otro desee hacer un cambio.

5.- Pausa entre Declaraciones
Toma trabajo cambiar la forma en la que nos comunicamos. Algunas sugerencias radican en que debes discutir los problemas mas complicados cuando las partes que lo conforman no se encuentren enojadas. También, es necesario esperar a que el otro retroalimente la conversación, se sugiere esperar al menos diez minutos para pensar en lo que se ha dicho antes de responder. Gerald Goodman, psicólogo y profesor de la UCLA, destaca las ventajas de esta técnica, afirma que la conversación puede resultar lenta y tomar algunas horas o varios días incluso, pero que esta es la mejor forma para resolver un conflicto en definitiva.

Aprender a calmar tu respuesta puede ayudarte a mantener un estado relajado, no alterado, y encontrar soluciones a conflictos mayores. Entre pausas, usa el tiempo para repasar sobre lo que se ha dicho y escuchar; mientras mas se entiendan las dos partes del problema, más aumenta la probabilidad de que se resuelva de una vez por todas.

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