La escases, la abundancia o contar con lo suficiente para resolver los problemas, estas son algunas de las fórmulas en que se asume el tema de los recursos financieros y por eso la forma en que piensas el dinero es la manera en que lo utilizas, ya que mientras para algunos lo importante es disfrutarlo y obtener satisfacciones inmediatas, para otros es una cuestión de equilibrio y bienestar a largo plazo.
Ciudad de México.- Una de las reglas que han quedado comprobadas en innumerables ejemplos es que el dinero no es infinito y es un recurso limitado para las personas a pesar de la enorme cantidad que existe en el mundo.
Y como tal, solo basta recordar cuantas veces al final del mes, algunos se quedan apenas con lo justo para pagar sus deudas, sobrevivir y esperar a que llegue el pago para sentirse plenos otra vez, asumir una postura de “abundancia” y gastar más de lo que deben y pueden hacer.
Un círculo vicioso que no se rompe pero que se hace cada vez más peligroso, ya que se corre un riesgo muy grande de algún día no contar con lo mínimo suficiente para afrontar los gastos y entonces comienzan las deudas a crecer cada vez más.
Pero esta situación generalmente la asignamos a que el salario es poco y por eso no alcanza, pero en realidad, es la manera en que afrontamos la responsabilidad de cómo usar el dinero y para qué lo queremos, ya que no es lo mismo gastarlo en ropa o zapatos que no son innecesarios, que ahorrar esa misma cantidad para el retiro.
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La estabilidad financiera y emocional
En ese sentido, la forma en que piensas el dinero es la manera en que lo utilizas, ya que para la mayoría, esto es solo un medio para obtener satisfacciones inmediatas bajo la premisa de que “si me lo gané hoy me lo gasto hoy, ya mañana veré que hago” lo que “genera una sensación de vivir luchando para salir adelante”, tal como lo explica el sitio Entrepreneur.
Por otro lado, está la perspectiva que de forma constante, responsabilidad y ahorro, habrá satisfacciones a largo plazo, por lo que algunas personas asumen un rol más equilibrado, distribuyen mejor sus recursos, gastan menos, salen de deudas y en esta misma medida, le dan mayor estabilidad emocional a su vida cotidiana ya que se reducen las preocupaciones financieras.
Y en cualquiera de estos casos el dinero es el mismo, cuesta y tiene el mismo valor en el mercado. Pero todo se reduce al tipo de mentalidad de las personas, ya que “hay gente que ha crecido en familias con mucho dinero y viven en la escasez, sintiendo que perderán todo y gente con muy pocos recursos que viven en abundancia y son realmente felices”, dice este portal.
