Parece una paradoja muy profunda, una fórmula que es fácil decirla cuando se está en la cima o una contradicción que nadie quisiera vivir, pero la realidad es que en la vida emprendedora sin importar el ámbito donde se desarrolle, fracasar es parte de un proceso de aprendizaje que te prepara para el éxito.
Ciudad de México.- Fracasa una y otra vez, eso recomiendan las personas exitosas, ya que esto es parte esencial de poder obtener lo que uno desea. El problema real es que tememos miedo equivocarnos y que la sociedad nos vea como perdedores, pero es solo un prejuicio que muchos no logran superar y los mantiene atados entre el temor y la decepción.
“Siempre hay algo bueno en todo fracaso aparente. Quizá no lo veas ahora, pero se revelará con el tiempo. Sé paciente…”, dice Sivananda Saraswati, maestro espiritual y gurú hinduista, lo que significa que a pesar de lo complicado de la situación, las cosas cambiarán pero depende de cómo asumas el hecho de haber fallado y aceptando que ninguno de estos dos estados -el éxito y la decepción- son permanentes.
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Caminar hacia el éxito vía el fracaso
Otra de las conclusiones a la que llegan los famosos que son considerados por el grueso de la sociedad como exitosos, es que el fracaso es la ruta correcta para caminar hacia los objetivos planteados.
Tal como lo señala Michael Jordan, exjugador de la NBA, en una frase que retoma Entrepreneur: “puedo aceptar el fracaso, todos fallamos. Pero no puedo aceptar no intentar algo”.
Lo mismo que el famoso director de Hollywood, Woody Allen, quien asegura que “si no estás fallando de vez en vez, es una señal de que no estás haciendo algo verdaderamente innovador”.
Sin embargo, el hecho de aceptar que el fracaso es un elemento que siempre está presente, esto no justifica el “tropezar siempre con la misma piedra”, es decir, no aprender de los errores, no sacar nada positivo de estas situaciones y continuar haciendo las mismas cosas que generaron esa situación.
En conclusión, el fracasar es un proceso de aprendizaje muy valioso del que todos nos podemos beneficiar, pero del que muy pocos aprenden cómo salir de él.
