“Es difícil negociar cuando EEUU te pone un cuchillo en el cuello”, señaló el viceministro de Comercio, Wang Shouwen, sobre el tema de la guerra comercial China EEUU, ante empresarios en Nueva York.
Las tensiones entre China y Estados Unidos no parecen ceder y la cuerda cada vez se estira con mayor fuerza desde el extremo de estos dos gigantes mundiales ¿Hasta qué límite llegarán sus arraigadas posturas?
El gobierno de Donald Trump llegó a Casa Blanca con la férrea idea de “Make America Greate Again” (hacer grande a América otra vez) y basó su estrategia en revisar los acuerdos comerciales de Estados Unidos con el resto del mundo, empeñándose en erradicar las “ventajas” de sus socios sobre su economía.
Sus discursos se enfocaron en México, de primera instancia, señalando el déficit comercial que s vecino del sur tenía con Estados Unidos, pero poco tiempo después su vista viró hacia oriente y se enfocó en declararle una guerra comercial al gigante asiático.
Un día después de que Washington aplicara nuevos aranceles al mercado chino, el viceministro de Comercio, Wang Shouwen, indicó que para que las conversaciones se reanuden debe de existir “voluntad” de Estados Unidos y remarcó que es difícil seguir negociando con Estados Unidos mientras Washington está poniendo “un cuchillo en el cuello a China”.
El máximo diplomático del gobierno chino dijo ante un grupo de empresarios en una reunión en Nueva York que las conversaciones no podrían tener lugar en un contexto de “amenazas y presiones”, según el Ministerio de Asuntos Exteriores.
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Ni Washington ni Pekín parecen estar dispuestos a hacer concesiones en una disputa cada vez más amarga, lo que aumenta el riesgo de una larga batalla que podría enfriar la inversión e interrumpir el comercio mundial.
Las declaraciones se dan poco después de que entraran en vigor aranceles estadounidenses sobre bienes chinos y otros aplicados por Pekín como represalia a productos estadounidenses por valor de 60.000 millones de dólares, incluyendo el gas natural licuado (GNL).
