México está en la antesala de un nuevo sexenio que ha generado muchas expectativas e incertidumbre, en donde los proyectos de infraestructura, crecimiento económico y austeridad, son las apuestas de AMLO para generar un cambio.
Ciudad de México.- Con algunas propuestas que han causado polémica y otras que renuevan las esperanzas de muchos sectores de la sociedad, el presidente electo Andrés Manuel López Obrador, está a punto de comenzar su mandato con una tarea enorme por delante para mejorar las condiciones actuales del país.
Para ello ha delineado líneas precisas de acción, con las cuales pretende cumplir con sus promesas de campaña y con las enormes expectativas que se han generado en torno a él con respecto a los temas económicos.
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Inversiones para proyectos de infraestructura
Por un lado, pretende darle mayor dinamismo a la economía a través del aumento de las inversiones públicas para proyectos de infraestructura, en donde también necesitará de la iniciativa privada para obtener recursos y con ello, apuntalar el desarrollo del país.
Esto a pesar de la cancelación de Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), que en su lugar dará paso al proyecto de Santa Lucía y la remodelación de las terminales aéreas de la CDMX y de Toluca.
También está el Tren Maya, que el plan original es contempla la construcción de una vía de mil 500 kilómetros, que atraviesa cinco estados del sureste del país y que contempla una inversión de entre 120 mil y 150 mil millones de pesos.
Además de la construcción de la refinería de Dos Bocas, Tabasco, la cual será la base para lograr la autonomía en materia de combustibles, con una inversión calculada en 160 mil millones de pesos; además de una inversión a dos años por 49 mil millones de pesos para la rehabilitación de las refinerías que ya operan en México.
“La meta es que en tres años tengamos esa nueva refinería, tengamos rehabilitadas las seis refinerías y a mediados del sexenio vamos a dejar de comprar la gasolina en el extranjero”, señaló en su momento AMLO.
Consultas ponen en riesgo proyectos de infraestructura de AMLO
Crecimiento económico y aumento salarial
Una de sus promesas más interesantes tiene que ver con generar mayor desarrollo de la economía nacional y que se alcance un crecimiento de al menos 4 por ciento.
“Queremos que ya no tengamos solo 2 por ciento de crecimiento anual, como ha venido pasando en los últimos 30 años, sino que la economía pueda crecer al doble, cuando menos al 4 por ciento anual, y esto se va a lograr con la participación del sector privado, del sector social y del sector público, en armonía”, afirmó AMLO ya como presidente electo.
Pero para que haya un verdadero impacto positivo en la calidad de vida de las personas, una vez en el gobierno trabajará para tener un aumento salarial real que alcance al menos, para satisfacer las necesidades básicas de las familias, una situación que actualmente no sucede.
Así, López Obrador se comprometió a ubicar el salario mínimo en 101 pesos en 2019 y para el final del sexenio, podría estar el menos en 171 pesos “más la inflación que se haya generado en el periodo”, ya que aseguró el nuevo presidente que “no va a haber nunca un aumento salarial por debajo de la inflación”.
Ahorros y austeridad
También se comprometió a no aumentar impuestos y para compensar el reducido margen que tiene en el presupuesto para destinar recursos a todos sus proyectos sociales, la “austeridad republicana” será la base para reorientar fondos a partir de los ahorros en el gobierno federal.
De acuerdo a información que retoma Expansión, “al recortar salarios a altos funcionarios de la administración pública, gastos por insumos y servicios como telefonía celular, asesorías, autos y servicios personales”, se podrían generarse ahorros de hasta 400 mil millones de pesos, lo que destinarán a proyectos sociales.
Con estas líneas de acción, el nuevo gobierno pretende darle un giro a la economía y al bienestar de las personas, algo que para muchos especialistas, será complicado de lograr dadas las condiciones actuales y las presiones externas que son un riesgo real para el país.
