Las preguntas más difíciles en una entrevista de trabajo

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Conseguir trabajo es una labor cada vez más difícil para los mexicanos, debido a la reñida competencia al haber menos puestos de trabajo que solicitantes. Por ello, estar bien preparado para la entrevista es casi tan importante como los logros descritos en el  Curriculum Vitae.

 

Ciudad de México.- De acuerdo con el sitio de empleo Trabajando.com, una sola vacante puede atraer hasta a 500 solicitantes en sólo un par de días, por lo que los reclutadores se han visto obligados a aplicar una mayor cantidad de filtros en las entrevistas laborales.

Como muchas actividades que se realizan en la vida, prepararse para un encuentro de este tipo exige una preparación previa si lo que se busca es obtener los mejores resultados posibles. Para esto, ayuda mucho tomar en cuenta las respuestas que daremos a las siguientes preguntas, que suelen ser clave para identificar las fortalezas y debilidades de los candidatos:

¿Por qué crees que deberías quedar tú y no los demás?

Más que criticar –sin fundamentos- el trabajo de los demás aspirantes, esta respuesta debe hablar de la experiencia y de las aptitudes y habilidades orientadas al puesto en cuestión; con ella, los reclutadores evalúan factores como actitud, compromiso, capacidad de adaptación y de comunicación, y el liderazgo de los postulantes.

¿Cuáles consideras que son tus mayores defectos?

Respuestas como “soy muy perfeccionista” o “soy un adicto al trabajo” suelen creerse como positivas, pero al ser muy comunes, pierden toda credibilidad. Además, pueden relacionarse con malas actitudes como intolerancia o incluso con alguna sociopatía. Por ello, es mejor buscar respuestas más realistas, sobre todo hablar de los defectos en los que se tienen oportunidades de mejorar.

Sin embargo, hay que tomar en cuenta que algunas respuestas muy poco adecuadas para esta pregunta son: “soy muy impuntual”; “se me dificulta ser líder”; “soy un poco lento y suelo retrasarme”; “me enojo con facilidad”; en fin, cualquiera que interfiera directamente con lo que se espera del aspirante en el trabajo.

 ¿Cuáles son tus mayores logros?

Es importante aprender a separar los logros personales de los profesionales, pues respuestas como “mis hijos” o “mi familia” no serán consideradas como significativas por el entrevistador. Se debe responder con claridad y seguridad, pues esto demostrará confianza en las propias capacidades y en la trayectoria personal. Experiencias, desafíos y logros laborales, así como estudios concluidos, llevarán a la entrevista por buenos rumbos. Conviene también hablar un poco de lo que se espera lograr en la empresa en caso de ser contratado.

¿Cuál es tu opinión sobre nuestra empresa? ¿Por qué quieres trabajar aquí?

Hay muchos datos que se deben conocer de una empresa antes de, incluso, interesarse en solicitar empleo en ella: cuál es su actividad, en cuál sector se desenvuelve, si es una pequeña, mediana o gran empresa, cuáles son sus clientes, sus valores, su filosofía, incluso su modo de trabajar, que llevarán a crearse una opinión crítica e incluso a entusiasmarse y prepararse mejor para lograr incorporarse a su nómina.

¿Cómo te ves en cinco años?

Lo que el candidato conteste en esta parte de la entrevista demostrará si tiene metas establecidas o algún plan de vida, o si sólo va viviendo a la deriva. La recomendación es establecer un tono genérico, algo como “que el trabajo sea un reto continuo y que permita mi desarrollo personal y profesional”; sin embargo, si se tienen metas realmente específicas, tampoco está de más comentarlas, pues esto puede llevar a un conocimiento más profundo del entrevistado.

¿Por qué dejaste tu último trabajo? ¿Qué opinas de tu último jefe?

La peor respuesta ante esta pregunta es comenzar a quejarse o a criticar a la antigua compañía, colegas o jefes, ya que el reclutador apuntará que no se puede confiar en el aspirante. La respuesta más recomendada es manifestarse a favor de la búsqueda de nuevos retos. Si la salida del empleo anterior se debió a reestructuraciones o despidos, hay que aceptarlo, pero pidiendo discreción al respecto.

No es recomendable argumentar motivos económicos, pues puede dar una mala impresión. Es mejor dejar esto para cuando se hable de aspiraciones salariales.

¿Tienes alguna pregunta?

No hay que dejar pasar la oportunidad de aclarar todas las dudas, pues así como el entrevistador utiliza este encuentro para obtener información valiosa sobre los aspirantes, estos también pueden ayudarse a decidir si el empleo realmente les conviene y cumple con sus expectativas. Aunque es riesgoso preguntar sobre las condiciones de trabajo y sueldo –es recomendable esperar a que el propio reclutador las señale- lo que sí debe quedar bien claro son las funciones del cargo, los objetivos y las tareas que se realizarán.

A manera de conclusión, Margarita Chico, directora corporativa de comunicación de Trabajando.com México, señala que “un candidato puede encontrarse con todo tipo de preguntas”, que quizá lo hagan salirse de su elemento y titubear o ponerse nervioso. Para que la entrevista deje de ser una tortura y se pueda demostrar lo mejor de uno mismo, “es importante estar preparado para todo tipo de entrevista, por lo que hay que conservar una actitud inteligente, adaptable al contexto y a las necesidades del puesto al que se está aspirando”.

El Semanario Sin Límites con información de medios.

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