Esto sería la principal conclusión de la cuarta ronda de negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en donde se ve más cercano un acuerdo bilateral de México y Canadá que un cambio en la postura de Estados Unidos y su idea de que esta plataforma comercial es la culpable de su déficit comercial.
Ciudad de México.- “Estoy sorprendido y decepcionado por la resistencia al cambio de nuestros socios”, señaló el representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, quien afirmó que México y Canadá son “intransigentes” a la hora de las negociaciones y esto ha marcado un nuevo panorama en el futuro del TLCAN.
Esto también confirma el hecho de que si bien hasta antes del cierre de la cuarta ronda de negociaciones los representantes de los tres países habían sido cautos y diplomáticos en sus declaraciones, en el interior de las mesas de negociaciones existía mucha tensión y disgusto entre las partes.
Sin embargo, a pesar del poco avance en las negociaciones y a la postura de Estados Unidos, México y Canadá plantearon una posición más mesurada y afirmaron que continuarán en las mesas de negociaciones como están programadas.
Pero la posición de ambos países es de rechazo total a las propuestas de Estados Unidos sobre productos lácteos y agrícolas, sobre las reglas de origen de los autos; la eliminación de los paneles de resolución de disputas y la cláusula de revisión del TLCAN cada cinco años.
Esto incluso ha sido visto como una posible alianza entre México y Canadá, ya que según información de El Financiero, el presidente Enrique Peña Nieto, señaló que ambas naciones “pactaron que mantendrán un Tratado de Libre Comercio, aun si Estados Unidos sale del acuerdo”.
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Estados Unidos juega un doble papel
Para algunos expertos, la postura de Estados Unidos está lejos de lo que se necesita en una ronda de negociaciones y más bien está jugando un doble papel en donde busca obligar a México o Canadá para que se levanten de las mesas de trabajo y culparlos por su falta de interés en lograr un “acuerdo justo”, como tantas vece lo ha afirmado Donald Trump.
Y tal como lo señaló el secretario de Economía de México, Idelfonso Guajardo, “todos tenemos límites y a pesar de nuestras diferencias, puede haber propuestas en las que no coincidimos, pero necesitamos una versión del tratado en bien de los tres países que beneficie la creación de empleos”.
Pero para Gustavo Uruchurtu, experto en comercio internacional, esta posición del vecino del norte busca que “si en un momento dado esto se termina, echarle la culpa a México y Canadá, pero los intransigentes son los americanos”.
Mientras tanto, la ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, coincidió con el hecho de que en realidad no hay negociaciones. “No podemos llegar a ese acuerdo cuando aquí hay alguien que piensa ‘aquí el que tiene que ganar soy yo’”, refiriéndose a la postura asumida por Estados Unidos.
Con este panorama cada vez más complicado, los tres países se prepararán para la siguiente ronda de negociaciones que se llevará a cabo en la Ciudad de México el 17 al 21 de noviembre próximo, en donde también buscarán extender el periodo de mesas de trabajo para el primer trimestre de 2018.