El Índice de Confianza de Inversión Extranjera Directa 2014 de AT Kearney destaca que México perdió tres escalones como el destino de confianza para la inversión a futuro, al pasar del puesto 9 al puesto 12.
Ciudad de México.- La economía de México perdió tres escalones como el destino de confianza para la inversión a futuro, al pasar del puesto 9 al puesto 12, esto de acuerdo al Índice de Confianza de Inversión Extranjera Directa 2014 (FDICI, por sus siglas en inglés) de AT Kearney.
En tanto que Estados Unidos se mantuvo en líder y se desarrolla una perspectiva sumamente positiva para la economía global, mientras que China se coloca en la segunda posición como los mejores lugares para invertir a nivel global.
Otros países que se destacaron en el IED fue Canadá que subió al tercer puesto en la confianza de los inversionistas, en tanto Rusia escaló más de diez puestos al pasar del 25 al 11, aunque el estudio se realizó antes de que iniciara la crisis en Ucrania.
Para América Latina, AT Kearney señala a Brasil descendió del puesto tres al cinco, seguido de México y después Chile, quien subió del 22 al 17.
Cabe destacar que después de haber ocupado el puesto 9 en 2013, México pasa al puesto 12 en 2014, y retroceso que implica que el país deje el top ten de las mejores economías para invertir.
Ricardo Haneine, socio director de la consultora para México, expuso que el descenso del país obedece sobre todo a su rezago en la competitividad de su producción y altos costos en energéticos.
El informe de la consultora internacional indica que la IED en 2013 alcanzó un máximo histórico de $35,188 millones de dólares, lo cual se atribuye en gran parte a la adquisición de Grupo Modelo por parte de la empresa belga AB-InBev.
Esta adquisición también explica el desplazamiento de Estados Unidos por Bélgica como principal país inversor en México en 2013. Este monto de inversión es 178% mayor que la inversión registrada en 2012, la cual fue de $12,659 millones de dólares.
AT Kearney destaca que el país sigue siendo muy atractivo en los sectores tanto de industria pesada como industria ligera y servicios financieros.
El principal potencial de mayor dinamismo de la inversión esperada se ubica en las oportunidades resultantes de la reforma energética, tanto en petróleo, gas como energía eléctrica.
