Las nuevas generaciones han modificado los hábitos de consumo, son mucho más exigentes y en esa medida ponen muy altos los estándares para las marcas, ya que dejaron de pensar solo en el precio y el beneficio económico propio y han pasado a comprometerse con sus compras para impulsar un mercado más justo, por lo que los millennials prefieren pagar más por productos orgánicos y con causa.
Ciudad de México.- El mundo necesita que se impulsen acciones para mejorar el entorno y eso lo saben muy bien las nuevas generaciones, quienes son muy estrictas en sus preferencias de compra y ahora valoran y premian aquellas marcas que han demostrado con acciones, que buscan tener un impacto positivo en el ámbito social, lo que ha generado nuevos hábitos de consumo.
El hecho de que los productos sean elaborados bajo estrictas normas medioambientales, que sean orgánicos, que representen alguna causa social o que representen de alguna manera los principios éticos que rigen a las marcas, son características muy valoradas por los consumidores actuales.
Un estudio de la consultora Nielsen que retoma el sitio Merca 2.0, señala que el “66 por ciento de los consumidores están dispuestos a pagar más por un producto, si este es sostenible”, mientras que “los productos que se presentan como locales, orgánicos y elaborados bajo prácticas éticas resultan mucho más atractivos para la generación millennial”.
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Pero esto no solo determina los productos que consumen los jóvenes, sino que limita el grado de lealtad que puedan desarrollar con las marcas, ya que ahora ganarse su confianza no es fácil y están dispuestos a cambiar de productos para mejorar su experiencia sin ningún problema.
Así, un trabajo de la consultora Berkeley Haas, señala que “9 de cada 10 millennials están dispuestos a cambiar a una marca con causa”, mientras que el “49 por ciento pagan más por ingredientes naturales u orgánicos, 48 por ciento por productos amigables con el ambiente y 39 por ciento si son socialmente responsables”.
Esto son algunas de las características que valoran los jóvenes en los productos que consumen, lo que genera una mayor responsabilidad de las marcas con respecto a su interacción con el medio ambiente, su entorno social y su trascendencia más allá de la parte comercial.
