El producto o servicio que ofrece una empresa, habla por sí mismo. Las acciones que una empresa implementa hacia sus colaboradores, habla de la calidad humana que tiene el que la dirige.
Ciudad de México.- Aeroméxico, la aerolínea bandera de México desde hace 35 años, vuelve a escribir una página en la historia de la aviación en México, al realizar el primer vuelo transcontinental de la aviación mexicana operado por una tripulación integrada al 100% por mujeres.
La experimentada tripulación femenina integrada por 13 destacadas colaboradoras: una capitán, dos copilotos, asistidas por 10 sobrecargos, hicieron del vuelo AM098 todo una experiencia. Mujeres, quienes demostraron una vez más que la operatividad de un vuelo no es cuestión de género, sino de capacidad, habilidades y compromiso por lo que se apasiona.
Estas grandes mujeres fueron las encargadas de llevar a los más de 170 pasajeros de la Ciudad de México, con escala en Tijuana, rumbo a la Ciudad de Shanghái, a bordo del Boeing 777, el avión más grande de la flota de Aeroméxico en un trayecto de más de 13 horas.
Este logro, fue la mezcla de la disposición y confianza de la aerolínea en conjunto con los sindicatos ASPA y ASSA. Su intención, implementar (no sólo en fechas específicas como es el caso del Día de la Mujer) operaciones regulares, esto, una vez que Aeroméxico cuente con un equipo femenil de 502 tripulantes en cabina y más de mil 800 sobrecargos.
[box type=”shadow” ]Amelia Earhart, la primera mujer piloto. (Atchinson, 1898 – Pacífico Sur, 1937) Aviadora norteamericana. Entre sus proezas figura la travesía en solitario del Atlántico (1932), nunca antes realizada por una mujer, y el primer vuelo exitoso entre la isla de Hawai y el territorio continental de Estados Unidos (1935). Convertida en un ídolo nacional y en portavoz del feminismo, su misteriosa desaparición en 1937, cuando estaba a punto de completar la vuelta al mundo por la línea del ecuador, dio lugar a múltiples especulaciones y contribuyó a magnificar su leyenda. [/box]
Las mujeres cada vez acaparan más campos de la vida cotidiana, ya no se limitan ocupando un puesto que, por su género y por las falsas creencias, están destinadas a llenar. Ahora van en busca de nuevas rutas que, en este caso, las llevaron a surcar los cielos.
Por María Navarro
