La última ronda de negociación del TLCAN en Washington parecen haber virado el timón a buen destino y la esperanza de que en otoño se vea concretado un acuerdo trilateral moderno se aviva; pero, hay razón para mantenerse escéptico sobre un “final feliz.”
“Estados Unidos está haciendo un progreso `absolutamente increíble´ en relación a la negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN)”, destacó el presidente del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca, Kevin Hassett al asegurar que existen amplias posibilidades de que en otoño se logre la conformación de un acuerdo trilateral entre Canadá, México y Estados Unidos moderno.
En declaración con la cadena Fox News, el representante del gobierno de Donald Trump afirmó que el equipo negociador está trabajando con objetividad y señaló que “es absolutamente increíble el progreso que están haciendo”.
Te podría interesar: Expectativas sobre TLCAN se elevan ¿pero es posible un acuerdo para agosto?
TLCAN prioridad para Estados Unidos
De acuerdo al secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, las pláticas para la modernización del acuerdo comercial que ha regido el comercio de Norte América desde 1994 están bien encaminadas y son prioridad para el gobierno del presidente Donald Trump.
Por su parte, el presidente del Consejo Nacional Económico de la Casa Blanca, Larry Kudlow, se mostró igualmente confiado de que podrán lograr un acuerdo con México.
Te podría interesar: Flexibilidad en TLCAN, mensaje que envía el equipo de AMLO a Trump
Escepticismo sobre un “final feliz”
De primera impresión las declaraciones del gobierno estadounidense sobre el resultado de la última ronda de negociación del TLCAN son esperanzadoras. Sin embargo, los temas escabrosos que incluye el acuerdo comercial trilateral no han sido abordados con profundidad.
Tanto Mnuchin como Larry Kudlow evitaron toda mención sobre los prospectos con Canadá, las fricciones que el gobierno de Justin Trudeau ha mostrado en los últimos meses con la administración de Trump han sensibilizado la postura de ambos en las mesas de diálogo.
Temas como la cláusula “sunset” que pretende fijar caducidad de cinco años al nuevo acuerdo, las reglas de origen y la leal competencia salarial; son puntos sensibles en la negociación.
Estados Unidos podría regresar a su postura inamovible en estos temas y exigir ventajas superiores a la de sus socios. Los mercados aún se mantienen a la expectativa sobre el tema y, a pesar de que la relación de Trump con el virtual presidente electo de México parece caminar sobre algodones, nada está dicho.
“Nosotros seguimos escépticos de que se llegue a un acuerdo a corto plazo, porque el presidente Trump quiere cambiar las reglas del TLCAN para crear más empleos manufactureros en su país y culpa a los menores salarios en México de la pérdida de empleo en Estados Unidos”, señaló Arturo Espinosa, estratega de Renta Variable de Santander en un análisis publicado el viernes pasado.
