Un jugador que debe ser contemplado en esta segmentación competitiva del mercado de torres es la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que si bien dedica su operación a la provisión de energía eléctrica en el país, también posee un número significativo de infraestructura de torres de mediana y alta capacidad que pueden ser utilizadas para montar antenas.
En el contexto internacional, es una práctica común que empresas como estas arrienden su infraestructura a los operadores para atender zonas geográficas en las que no cuentan con cobertura.
No obstante, la CFE en México ha mantenido el uso de sus torres en reserva para el mercado móvil, cuando podrían arrendarlas y facilitar que los proveedores de servicios puedan extender sus operaciones en el territorio nacional. En un país con un elevado déficit de infraestructura como el nuestro, se debe optimizar el uso de la existente, y así alcanzar un nivel de penetración de los servicios móviles de la totalidad de la población.
Futuro del Mercado de Torres en México
Un primer escenario consistiría en que una vez escindidas las torres del preponderante, las conserve y continúe obligado a compartir esta infraestructura con sus competidores en los términos que fija la regulación de preponderancia. Lo que se traduciría en menores barreras a la entrada y operación de empresas en los mercados.
Otro escenario es que se vendieran a algún actual competidor dentro del escenario competitivo, por lo cual existiría el riesgo de que se detone un caso más de concentración, dando lugar a una investigación y eventual determinación de poder sustancial en este mercado. Bajo este contexto, lo ideal sería que esta infraestructura fuera adquirida por dos o más empresas para evitar este tipo de fenómenos.
Sin duda es tarea del IFT como órgano regulador analizar cuáles serían las consecuencias de la escisión y posible venta de estas torres sobre el entorno competitivo.
Sería totalmente erróneo y contradictorio al mandato Constitucional que le dio origen, permitir que esta infraestructura, esencial para el desarrollo del sector de telecomunicaciones móviles en México, sea utilizada para coartar la competencia o realizar una simulación de transferencia de propiedad con el fin de eludir la obligación de compartir infraestructura con los operadores competidores o establecer convenios preferenciales para sus dueños anteriores.
Del aseguramiento de un ecosistema competitivo equilibrado en el mercado de torres celulares por parte del órgano regulador, dependerá que el mercado móvil alcance su potencial de desarrollo y cobertura, es decir, en el que todos los mexicanos sean usuarios de telecomunicaciones móviles.