La inserción del género femenino en las áreas productivas ha sido un proceso largo que comienza a dar resultados palpables y medibles, pero a pesar de que ya existe la idea de inclusión e igualdad en los espacios de trabajo, todavía falta mucho por mejorar y los retos actuales de las mujeres en el ámbito laboral exigen que tengan mayor preparación académica y emocional.
Ciudad de México.- Culturalmente somos una sociedad que perpetúa la idea de que el hombre tiene el poder y las mujeres solo obedecen, algo que ha sido una limitante para que ellas tengan mayores oportunidades de desarrollo profesional, sin embrago han sabido sortear esto y poco a poco comienzan a ganarse un lugar en áreas directivas y estratégicas.
Según un estudio realizado por la consultora PwC, uno de los mayores retos a los que se enfrentan las mujeres es alcanzar niveles educativos y académicos que les permitan tener herramientas suficientes, para competir en ámbitos dominados por hombres.
Y esto ha tenido una mejora considerable, ya que de acuerdo a datos de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (Anuies), el número de mujeres que estudió algún posgrado creció más de siete veces entre 1987 y 2007 y ahora “representan casi el 50 por ciento del total de la matrícula de este grado académico”.
En este sentido, ahora “están mejor preparadas y son muchas más las que están ingresando a la fuerza laboral en comparación con generaciones anteriores”, dice PwC.
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Trabajar bien y ser responsables
Con mayor preparación académica, se abren más oportunidades pero tal como lo explica Evelyn Vilchez, directora de Chevron Energía de México, en declaraciones que retoma El Financiero, el profesionalismo y la calidad del trabajo es lo que sostiene a las mujeres en puestos estratégicos.
“El consejo que le doy a todas las personas con las que trabajo, sean hombres o mujeres, es que deben trabajar bien (…). No creo en las cuotas de género, de ocupar un puesto laboral solo por cumplir con la estadística”, señaló la directiva.
Esto también tiene un impacto en la forma en que se asumen las responsabilidades, ya que dada las condiciones culturales que prevalecen en el actuar de las personas, al realizar un trabajo excepcional las mujeres pueden también modificar su percepción de valía y mejorar su autoestima.
Tal como lo señaló Verónica Zavala Lombardi, representante en México del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), durante su participación en el foro Women’s Hemispheric Network Conference: México City, esto llevará a romper mitos, prejuicios y complejos personales que son la principal causa de discriminación laboral.
“Deben saber cuáles son sus prejuicios para trabajarlos y liberarse de ellos, uno es dueño de sus valores, pero no ponemos atención a los prejuicios”, aseguró la directiva del BID.
Así, el talento femenino se ha convertido en uno de los recursos que deben fomentar las empresas y organizaciones, ya que como lo asegura PwC, “es una prioridad de negocio que debe impulsarse con determinación y liderazgo y abordarse desde todos los procesos clave de la gestión del capital humano”.
