Para muchas empresas contar con personal que garantice resultados espectaculares suele ser atractivo, pero esto también puede implicar un costo dentro de la misma organización y en las relaciones personales, sobre todo si estos son empleados narcisistas disfrazados de “exitosos”, que hacen suponer que lo pueden todo pero siempre es a costa de los demás.
Ciudad de México.- La obtención de ciertos objetivos no implica necesariamente que se construya un éxito sobre una base sólida y en el caso de los empleados narcisistas disfrazados de “exitosos”, es más bien solo una manera engañosa de hacer creer a los demás que es un beneficio común pero solo está orientado a buscar un reconocimiento individual.
De acuerdo a Robert Hagan, experto en temas de trastornos de la personalidad, “un narcisista tendrá un buen desempeño…Pueden llevarse bien con quien sea, pero en realidad todo se trata de ellos mismos”.
¿Cómo afecta esto a las dinámicas sociales en las empresas? De entrada es complicado detectar a este tipo de personalidades, ya que son carismáticos, parecen muy seguros en sí mismos e intentan hacer creer a los demás que les interesa en bienestar general, pero esto es solo una ilusión.
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En realidad, tal como lo explica el sitio Entrepreneur, son personas que “tienden a manipular a los demás en la oficina, suelen ser irresponsables y se niegan a aprender de los errores”, además de que se justifican de todas sus fallas culpando a los demás.
“Su temor al fracaso es tan grande que, constantemente, denigran a los demás para no romper la cadena jerárquica, quedando siempre en el primer lugar”, tal como lo afirma José Enebral, consultor de Recursos Humanos de la Universidad Politécnica de Madrid.
De esta manera, lo mejor es evitar a este tipo de personalidades y no dejarse deslumbrar por esa “aura de éxito” con que suelen presentarse, poner sobre la balanza los costos-beneficios que implica convivir con ellos en una estructura organizacional y sobre todo, ser coherentes con los principios éticos y filosóficos de la empresa.
