Científicos mexicanos han alertado sobre la posibilidad de un sismo de gran magnitud que se originará en la zona sísmica de la “brecha de Guerrero”, ubicada entre Acapulco y Zihuatanejo.
El sismo del pasado 19 de septiembre abrió una herida que sigue fresca en la memoria de millones de mexicanos, pero también ha levantado nuevas alertas en las zonas sísmicas del país, ya que los investigadores consideran que un movimiento de mayor intensidad podría golpear al país.
Desde hace varios años, científicos mexicanos y de otros países han alertado sobre la posibilidad de un sismo de gran magnitud que se originará en la zona sísmica de la “brecha de Guerrero”, ubicada entre Acapulco y Zihuatanejo.
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El poderoso movimiento del pasado 19 de septiembre se originó en los límites de Puebla y Morelos, por lo que los científicos siguen esperando el poderoso terremoto que se originará en Guerrero, y la preocupación principal es saber si la Ciudad de México podría estar preparada para el mismo.
Por tal motivo, investigadores de México y Japón han dado a conocer que instalarán equipos de alta tecnología en la brecha de Guerrero, a fin de conocer si se ha acumulado energía en la región y poder así determinar si ocurrirá un sismo de gran magnitud.
Y es que de acuerdo con Raúl Valenzuela, investigador del Instituto de Geofísica (IGf) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el último reporte que se tiene de un gran sismo en la zona data de 1911, pero dicho movimiento no fue registrado por un sismógrafo, ya que no se contaban con estos instrumentos en dicha fecha, por lo que sólo se cuenta con reportes históricos.
El especialista indicó que debido a la fecha del último registro, ha pasado un tiempo “lo suficientemente largo, como para hacernos temer que un sismo importante se generará en la región”.
En ese sentido, el nuevo proyecto de investigación en el que trabaja el Instituto de Geofísica (IGf) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), la Universidad de Kyoto y las agencias japonesas de Cooperación Internacional y de Ciencia y Tecnología, buscará brindar información sobre posibles sismos futuros.
Cabe destacar que este proyecto forma parte de la Alianza para la Investigación en Ciencia y Tecnología para el Desarrollo Sostenible (SATREPS, por sus siglas en inglés) de Japón, pactó con el que dicha nación decidió desde 2016 estudiar los peligros de sismos y tsunamis en la costa de Guerrero.
“Este proyecto se enfocará al estudio del peligro sísmico, debido a los deslizamientos asísmicos y sismos en zonas cercanas de la brecha de Guerrero”, aseguró Miguel Ángel Santoyo, sismólogo del IGf, Unidad Michoacán, en el Foro Consultivo Científico y Tecnológico (FCCyT).
Con información de El Universal y Radio Fórmula.
