La misión permanente de Venezuela no dio explicaciones sobre el motivo de la cancelación del presidente Maduro a la apertura de la 36 sesión del CDH de la ONU.
Los efectos de la crisis en Venezuela no dejan de crecer. El panorama de crispamiento interno ha dado paso a un reclamo cada vez más fuerte de parte de la comunidad internacional al gobierno de Nicolás Maduro, quien dio a conocer esta semana que no participará ante el Consejo de Derechos Humanos (CDH) de la ONU que se llevará a cabo el próximo lunes.
Apenas ayer, el mandatario venezolano confirmó su asistencia como orador el próximo 11 de septiembre a la apertura de la 36 sesión del CDH de Naciones Unidas, sin embargo, la mañana de este martes, el CDH confirmó en un boletín de prensa la cancelación de la asistencia del mandatario.
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Maduro estaba programado para pronunciar su segundo discurso ante la tribuna de Naciones Unidas, luego de un primer pronunciamiento realizado en 2015, sin embargo, y de acuerdo con la ONU, la misión permanente de Venezuela no dio explicaciones sobre el motivo de la cancelación, y se limitó a informar que el mandatario será sustituido por el ministro de Exteriores, Jorge Arreaza Montserrat.
No se necesitaban muchas explicaciones, sin embargo, para entender la decisión final del presidente Maduro. Se esperaba que el líder chavista respondiera el próximo lunes a un documento emitido la semana pasada por un grupo de expertos del Alto Comisionado de Derechos Humanos sobre la actual crisis en Venezuela.
Este documento fue realizado a distancia, luego de que el gobierno chavista no respondió a la petición del grupo de expertos para ingresar a territorio venezolano. En el informe, sin embargo, se señalan los abusos y violaciones a los derechos humanos de los que han sido víctima cientos de opositores durante las protestas antigubernamentales en el país latinoamericano.
El reporte pide, además, al Consejo examinar la posibilidad de tomar medidas para prevenir el agravamiento de la situación de derechos humanos en Venezuela e insta a Maduro a liberar a los manifestantes que han sido detenidos arbitrariamente, así como frenar el uso ilegal de tribunales militares para juzgar a civiles.
Eso no es todo, en las últimas semanas, Estados Unidos, la ONU y varias naciones latinoamericanas han lanzado severas críticas al gobierno de Maduro por despojar al Parlamento, de mayoría opositora, de sus competencias, por no permitir el ingreso de ayuda humanitaria y por reprimir las protestas.
Mientras tanto, y a pesar de que Maduro se ha negado a enfrentarse a la ONU, en Venezuela los opositores han anunciado que continuarán con las protestas hasta que el presidente chavista deje el poder.
