El juicio en contra del expresidente ha sido considerado por varios analistas como “histórico”, debido a que podría implicar la cárcel a una de las figuras más importantes de la política brasileña de los últimos años.
El expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, fue condenado este miércoles en una segunda instancia por corrupción pasiva y lavado de dinero, en un fallo que interrumpe de manera tajante las aspiraciones políticas del exmandatario.
Este miércoles, dos de los tres magistrados que integran la octava sala del Tribunal Regional Federal de la 4ª Región (TRF4), con sede en Porto Alegre, decidieron ratificar la condena a 9 años y medio de cárcel que se le imputa al mandatario por corrupción, en un caso relacionado con la red de corrupción en la empresa Petrobras.
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De acuerdo con El Tiempo, el segundo de los tres magistrados responsables del juicio, Leando Paulsen, también consideró culpable a da Silva de los crímenes de corrupción y lavado de dinero y estuvo de acuerdo en elevarle la pena a doce años de prisión.
Por su parte, el magistrado instructor del proceso, Joao Pedro Gebran, también se mostró de acuerdo en que la culpabilidad de Lula quedó demostrada, por lo que sólo falta que el tercero de los tres magistrados pronuncie su voto.
Aunque la condena del expresidente da Silva ha sido ratificada por la mayoría de la sala, cabe destacar que el resultado podría no ser definitivo, ya que al final de la audiencia el último de los tres magistrados podría pedir más tiempo para examinar el proceso, además de que cualquiera de los tres magistrados puede cambiar su voto.
El juicio en contra del expresidente ha sido considerado por varios analistas como “histórico”, no sólo debido a que podría implicar la cárcel a una de las figuras más importantes de la política brasileña de los últimos años, sino porque da Silva se mantenía como el favorito en los comicios de octubre de este año en Brasil.
Aun cuando los tres magistrados ratifiquen la condena, ésta sólo se cumpliría una vez que se agoten todos los recursos. De igual forma, el exmandatario todavía no iría a la cárcel y podría seguir con su campaña electoral e inscribirse como candidato el próximo 15 de agosto. A partir de esa fecha el Tribunal Superior Electoral (TSE) será quien decida sobre su participación en los comicios.
