Que el PRD haya perdido Azcapotzalco no es casualidad; el Sol Azteca ya no podía sostener más una delegación que durante 12 años no supo cuidar; políticamente hablando.
Ciudad de México (elsemanario.com).- Si bien las razones que llevaron a cada uno de los ciudadanos de la delegación Azcapotzalco a ejercer su voto a favor del partido emergente en dicha demarcación se encuentra en la conciencia de cada uno de ellos, el hartazgo social y por consecuencia el tejido social en descomposición por corruptelas de clanes familiares, o malas campañas por aquellos que pretendían quedarse con la delegación, fueron fundamentales para que Pablo Moctezuma Barragán se alzara como el jefe delegacional electo.
Pablo Moctezuma Barragán no es ningún novato. Fue profesor e investigador de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM y de la UAM Azcapotzalco. Es doctor en Diseño. Y un punto importante: ya fue delegado en Azcapotzalco de 1997 al 2000.
¿Por qué Morena y no otro partido?
Diría la vox populi, esa que resuena en las calles, en las aulas o en los cafés de la ciudad, que Morena es “el menos peor” de todos los males que rodean al sistema de partidos que cada uno -de los que así lo desean- pueden elegir en comicios como los que acabamos de vivir en la ciudad de México.
Lo cierto es que, siendo objetivos, los participantes en dicho juego electoral, siguiendo las reglas, decidieron inclinarse por la Regeneración en una delegación que había sido ocupada 12 años por el Sol Azteca, que nada refleja de aquél ascendente partido que surgió tras el fraude electoral de 1988; al contrario, actualmente en la ciudad que se pintaba de amarillo, el sol ha sido eclipsado por figuras que si bien no son “nuevas” se han “reinventado” a favor de un nuevo discurso que a muchos les llena: el de la esperanza.
Ante un índice de delincuencia que asciende, ante “lo mismo” y frente a aumentos en transporte que falla a más no poder y que trabaja sin mantenimiento; ante un empobrecimiento en todos los sentidos y ante la imagen de un regente capitalino y no la de un dirigente de la ciudad, lo más obvio es que los cansados, los hartos, los decepcionados y hasta algunos apáticos, terminarán ofreciendo su voto a un partido con caras viejas pero bien lavadas; aunque sea, para salir en la foto.
No es secreto para nadie bajo qué corriente se albergó Azcapotzalco en los últimos tiempos; no es secreto el vínculo familiar que tiene el que también fue candidato por el PRD; no es secreto que los compadrazgos políticos sí influyeron a la larga, para que quienes habitan la demarcación industrial, se inclinaran a votar por otro partido. Claro está, no tenían muchas opciones; tampoco iban a votar por los azules o los verdes; mucho menos por los tricolores.
Ya en una ocasión, el presidente del comité ejecutivo del PRD en Azcapotzalco, Genaro Herrera Maya, habló sobre el compadrazgo en los procesos de elección y los vínculos que hay entre los funcionarios salientes con los candidatos actuales.
Antonio Padierna, el candidato del PRD, pertenece a la expresión política Izquierda Democrática Nacional.
Si bien el Sol Azteca había mantenido los programas sociales antes que a las obras de imagen, cuando ganó la delegación en 2003 se continuaron y reforzaron los programas de equidad social; en posteriores gestiones se priorizó el deporte y la educación.
Pero la Izquierda Democrática Nacional en el Distrito Federal se vio disminuida luego de la designación de los candidatos; desde los sucesos de los video-escándalos protagonizados por René Bejarano IDN, su corriente, comenzó el declive, convirtiéndose en una expresión política nada grata.
Además, el clan familiar que se apoderó de la delegación impulsó el descontento de los ciudadanos y por supuesto, fue punta de lanza para el ataque de otras fuerzas políticas.
Azcapotzalco fue gobernada por Laura Velázquez y luego por Alejandro Carbajal; después tomó posesión Enrique Vargas, esposo de Laura. Sergio Palacios fue el último que ocupó la demarcación; el último fue el cuñado de René Bejarano, Antonio Padierna.
La preferencia electoral.
Ya las encuestas capitalinas, como la del diario Reforma, mandaban a Morena al frente, alcanzando una intención de voto del 26 por ciento, un punto más que el partido del Sol azteca y 16 puntos arriba de los tricolores y los blanquiazules; curiosamente, coinciden también con los resultados que arrojó el PREP en su recta final:
Morena sobrepasó al partido hegemónico por casi 5 puntos porcentuales y con 6, 670 votos; tampoco es casualidad; se debe a la campaña, al discurso de esperanza, pero también al representante político que resultó electo.
La importancia de Azcapotzalco.
La delegación Azcapotzalco vivió un periodo en el que fue dominada por las fabricas considerándose una zona industrial, aunque con el tiempo las empresas instalaron sus corporativos en la demarcación, lo que elevó la plusvalía de la zona al grado de que ahora las rentas crecen con función en el desarrollo de dichos corporativos.
Según un informe presentado por El Financiero, Azcapotzalco comenzó a tomarse en cuenta como corredor de oficinas desde el 2010, con proyectos como el TecnoParque, el único edificio clase A en ese mercado y que inicialmente era considerado para espacios industriales. Vale destacar, que HSBC tiene su centro de operaciones en ese lugar.
Por Alberto Cedeño.
