¿Cómo identificar el dolor bueno al malo después de hacer ejercicio?

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¿Alguna vez has escuchado la frase de Sin dolor no hay ganancia? En muchas ocasiones después de realizar una intensa rutina de ejercicio, suele doler el cuerpo, pero ¿Es bueno que tengas ese dolor?

Cuando una persona se enfoca en realizar ejercicio en cierta zona del cuerpo (piernas, brazos, espalda, etcétera) al día siguiente sufre de un intenso dolor en la zona que trabajó su masa muscular. Sin embargo, tener ese sentimiento de molestia puede ser un gran beneficio para tu cuerpo, aunque puede existir ocasiones en que el dolor que provoca es algo negativo para tu cuerpo.

El profesor del centro de ciencia deportiva, Francisco Marco, apuntó a la BBC que “el dolor bueno es el que asociamos al que se produce durante un ejercicio, que no te limita, y que te permite continuar hasta que llega el momento en el que el músculo se bloquea debido al agotamiento. El otro caso es cuando se produce un dolor por una lesión, que tal vez te permita seguir haciendo el ejercicio, pero debido a la molestia nunca podrás llegar al agotamiento físico, sino que tendrás que parar por incapacidad de respuesta del músculo al esfuerzo que se le está exigiendo” señaló el profesor Marco.

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Una persona que está recién comenzando a realizar sus rutinas de ejercicio por primera vez, o después de ausentarse por mucho tiempo del gimnasio, está más expuesta a sufrir estas molestias, pues el musculo se está adaptando y obteniendo resistencia y fortaleza ante el trabajo realizado.

Diversos doctores, nutriólogos y profesores, como Francisco Sánchez Diego, director del centro de entrenamiento Corpore 10, apunta que la fatiga relacionada al dolor bueno es algo que puede considerarse positivo.

No obstante, al estar haciendo ejercicio todos los músculos se encuentran expuestos al estrés, si el estrés aumenta de manera considerable, los ligamentos no pueden responder de manera efectiva, pero si la persona exige a su cuerpo seguir con el ejercicio aún con el estrés, entonces puede producirse el dolor malo.

El director diferenció de manera clara entre el dolor bueno y el dolor malo. Para la dolencia bueno, “A medida que el entrenamiento va avanzando el dolor se va reduciendo porque el músculo se va calentando o la articulación se va lubricando, pero es un dolor que persiste y con el tiempo te obliga a parar. Los pinchazos comunes sólo deberían durar poco tiempo y se suelen notar cuando haces un movimiento”, apunta el director Sánchez Diego, mientras que el dolor malo, “se siente cuando estás parado, sin necesidad de mover el cuerpo (brazos, piernas y espalda)”.

Cabe destacar que todo dolor, sea bueno o malo, está asociado con la zona en que la persona ha ejercitado.

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