No se reportaron heridos en el primer operativo para desarmar a la milicia del país centroafricano, realizado cerca del aeropuerto de Bangui.
Bangui, República Centroafricana.- Tropas francesas iniciaron fuego el día de hoy cerca del aeropuerto de Bangui, en su intento por desarmar a la milicia y a los rebeldes de la República Centroafricana.
Según informes militares, los soldados tomaron parte en la llamada “Operación Sangaris”, en la que intercambiaron fuego con los miembros de Séléka, coalición musulmana integrada por rebeldes.
Alrededor de 1,600 soldados franceses han sido desplegados durante la última semana en el territorio de la República Centroafricana para intentar detener las violentas represalias entre las facciones religiosas del país, que han dejado al menos 459 muertos desde el pasado jueves, de acuerdo con información de la Cruz Roja.
Las tropas francesas son apoyadas por helicópteros y trabajadores del cuerpo de paz instalados en África, para lograr el objetivo de que tanto milicia como rebeldes cesen el movimiento armado.
El ministro de la Defensa de Francia Jean-Yves Le Drian declaró que el periodo de inmunidad que le otorgaron a los rebeldes para entregar las armas y a los militares para volver a los cuarteles ha llegado a su fin. “Primero se los pediremos suavemente, pero si no reaccionan, lo haremos por la fuerza. La operación se llevará algún tiempo”, dijo a los periodistas franceses.
La fuerza aérea de Reino Unido ha colaborado con dos enormes portaaviones C-17 en apoyo al ejército francés, así como tanques de ataque. De acuerdo con oficiales de la defensa, un avión británico aterrizó el viernes en Bangui y un segundo llegará el martes por la mañana. Esta ayuda es semejante a la proporcionada durante los esfuerzos realizados contra Al-Qaeda en Mali a principios de este año.
Por su parte, el secretario estadounidense de Defensa Chuck Hagel, ordenó que la milicia de su país transporte tropas francesas de Burundi a la República Centroafricana. Así mismo, proveerá transporte aéreo e intercambio de inteligencia durante el tiempo que dure el conflicto.
El coronel Gilles Jaron vocero de las fuerzas francesas, afirmó que la operación va “generalmente bien”, a pesar de los reportes previos de evidente tensión entre los soldados franceses y los grupos armados locales. Sin embargo, los oficiales admitieron la presencia de infiltrados vestidos de civil, que dificultan la identificación de los hombres armados.
“En algunos lugares, los grupos armados se han replegado a sus cuarteles. En otros, han rendido sus armas”, añadió Jaron. Así mismo, declaró que el intercambio de fuego alrededor del aeropuerto fue breve. “Hubo disparos y respuesta a los mismos, pero nadie resultó herido”, agregó.
Una vocera de la fuerza africana regional con sede en el aeropuerto de Bangui, dijo a Reuters que la agrupación Séléka no quería desarmarse. Después del breve intercambio de fuego, decidió emprender la huída.
Francia ha dicho que sus fuerzas, apoyadas por la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, se encuentran en la República Centroafricana para detener el derramamiento de sangre, restablecer la seguridad, desarmar a los hombres armados y proteger a los 300 ciudadanos franceses presentes.
La “Operación Sangaris” está primordialmente encaminada a destruir a la organización Séléka, que derrocó al presidente François Bozizé en marzo, quien llegó al poder en el golpe de Estado de 2003, y que lo ganó legítimamente en el proceso electoral de 2011.
El ministro francés de Asuntos Exteriores Laurent Fabius, declaró en la radio francesa que la operación de desarme se complicó. “Lo difícil es que muchos ex – Séléka se han quitado los uniformes para vestirse de civiles, por lo que son difíciles de reconocer (…). Hemos explicado por diversos medios que tienen que entregar sus armas. El presidente (Michel Djotodia) ha dicho lo mismo. Así que vamos a seguir tratando de colaborar con ellos, pero si no funciona, pasaremos al uso de la fuerza”, concluyó.
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