El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, coquetea con Reino Unido mientras amenaza a China con imponer aranceles que más allá de afectar tan solo la relación comercial con el gigante asiático, también puede dañar a su propia economía.
Ciudad de México.- La postura de Donald Trump sigue siendo impredecible y hasta cierto punto inexplicable, ya que días antes había criticado a la primera ministra del Reino Unido, Theresa May, y ahora se retracta de sus palabras en la búsqueda de un acuerdo bilateral entre ambos países.
Tras poner en entredicho las estrategias comerciales y los resultados del gobierno británico, a los cuales el mandatario estadounidense calificó de “poco afortunados” con respecto a las negociaciones del Brexit, horas después se retractó para llamar a May como “inteligente, resuelta” y una “dura negociadora”.
Esta posición al parecer responde a la posibilidad de cerrar un acuerdo comercial con el Reino Unido, una vez que concreté su salida de la Unión Europea (UE); sin embargo, esto contradice sus declaraciones previas hechas al diario The Sun, en donde puso en duda la estrategia de May con respecto al Brexit y las relaciones internas con su gabinete.
“Si sellan un acuerdo como ése, nosotros estaremos negociando con la UE en lugar de hacerlo con Reino Unido, así que eso probablemente matará cualquier pacto”, declaró Trump al periódico.
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Va duro contra el gigante asiático
Pero mientras Trump lanza flores y coquetea con la isla británica, al otro lado del mundo continúa con su postura beligerante con China, cuando anunció que está preparado para imponer aranceles por 200 mil millones de dólares a más de 6 mil productos chinos.
Esto ha sido catalogado como un nuevo ataque en la creciente guerra comercial entre las economías más poderosas del mundo, pero más allá de ser considerado esto como una muestra de poder, al interior de los Estados Unidos preocupa por las consecuencias que puede provocar en su economía.
Tal como lo señala Luz María de la Mora, especialista comercio internacional, ya “se les está pasando la mano” a Trump en el caso de China y esto “está afectando sus bases electorales, a su industria y a su economía”.
En declaraciones que retoma El Financiero, la experta asegura que incluso la reforma fiscal ha perdido fuerza por la postura belicosa de Trump y “se está empezando a hablar, en los mercados, de que tal vez el próximo año estamos hablando de una mayor inflación y recesión”.
Incluso de la Mora considera que la disputa arancelaria entre Estados Unidos y China ha perdido su enfoque, ya que Trump impone aranceles pero no “prioriza un tema en específico sobre el que quiera negociar”.
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Congreso busca limitar campo de acción a Trump
Ante escenario desconcertante, la Cámara de Senadores de Estados Unidos puso sobre el pleno “una moción no vinculante” para limitar las decisiones del presidentes basándose en la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial bajo el argumento de que se pone en riesgo la seguridad nacional.
Según información oficial, “la moción fue pasada con 88 votos a favor y sólo 11 en contra. De esta última cifra todos los votos fueron por parte de senadores republicanos”, con lo que el poder legislativo ha comenzado a ser un contrapeso en el campo de los aranceles.
El senador Pat Toomey, uno de los críticos de Trump, aseguró que el presidente está “cometiendo errores” y “no hay amenaza a la seguridad”, por lo que “estamos viendo cómo se paga el precio mientras la administración está usando mal esta importante herramienta”.